Cuando hubo que despedirse, a diferencia de la separación afectiva, la de bienes había fluido bastante bien: los libros de leer eran de ella, los libros de ver eran los de él.
Cuando hubo que despedirse, a diferencia de la separación afectiva, la de bienes había fluido bastante bien: los libros de leer eran de ella, los libros de ver eran los de él.