Hacedero de escenas, el artista de La fiesta del chivo tuvo la gran virtud de los grandes narradores: urdir lo asequible desde lo impenetrable.

Hacedero de escenas, el artista de La fiesta del chivo tuvo la gran virtud de los grandes narradores: urdir lo asequible desde lo impenetrable.
La inteligencia de Estados Unidos, obsesionada con los procesos revolucionarios latinoamericanos, acaba de descubrir que Cuba está ampliando la base naval de Cienfuegos, al sur de La Habana.
Hoy, este término resuena con una fuerza escalofriante en México, un país que parece haberse convertido en un teatro absurdo donde el escenario es suntuoso, pero la función es una tragedia disfrazada de comedia.
El propio Camus fue un héroe que murió joven, a los 47 años, apenas tres después de haber ganado el Premio Nobel de Literatura. Camus, al igual que Aquiles, era el héroe insatisfecho y comprometido con el ideal del éxito.
En este país de tiempo demacrado, de adverbios irregulares de la calamidad, mañana o pasado o la semana o al mes o el próximo mes y año a cualquiera le puede sobrevenir el rastreo de sus desaparecidos entre la superficie de las parcas y de los muertos.
Los escritores son una expresión de su tiempo. Revelan tanto de ellos como de su época. Hemingway, moderno y brusco, desafía. San Agustín, místico y solemne, entrega sus textos al espacio, como una oración.
Los asesinos tampoco son tan discretos, porque desprecian a la inteligencia. Los asesinos hacen saludos nazis cuando toman el poder. Los asesinos anuncian públicamente que auditarán a una revista porque no les gusta lo que escriben.
Abogado de profesión, periodista por vocación, articulista siempre, en una de las piezas que aparece en Últimas noticias sobre el periodismo escribió: “la escritura que importa, sobre todo para el ejercicio de la libertad, es la escritura periodística”.
No hay perdón posible para aquellos que, bajo el manto de la superioridad moral, se convierten en los opresores de quienes creen representar. En mi caso, y en el de muchos otros, el precio que ambos autores pagarán será el de perder el respeto de aquellos que alguna vez los admiraron
En ninguno de estos grandes y definitorios cambios comunicacionales el libro perdió ascendencia. Al contrario, perteneció a la categoría de la cuchara, el martillo, la rueda y las tijeras: “Una vez inventados, no se puede hacer nada mejor”, explica Umberto Eco.
Según The New York Times, a comienzos de los 80, el 3 por ciento de la población rumana trabajaba de algún modo para la Securitate.
Que la vida se inunde de asombro, como quien escucha una melodía por primera vez, sin comprender sus notas, pero sintiendo que la música lo atraviesa.
La transición hacia un nuevo orden político y social está llena de desafíos, y la incertidumbre continúa siendo palpable ante el vacío de poder dejado por el régimen.
La revolución no llegó hasta el descanso del partido, cuando Piotr Adamowicz, uno de los hombres fuertes de Solidaridad, pidió a los periodistas que apuntaran sus cámaras hacia la grada en la que se encontraba Lech Walesa.
Generoso hasta en la literatura. En su novela más reciente, Todo lo de cristal (Seix Barral, 2023), el narrador encuentra un niño entre las dos fuentes de Nuevo León y Sonora, colonia Condesa. En la ficción, el niño es él, de ocho años.
El gobierno turkmeno ha empleado la neutralidad para justificar políticas autoritarias, bajo el argumento de promover la estabilidad interna y una identidad nacional independiente.
Las sospechas de irregularidades en el contrato entre Nike y la CBF comenzaron en 1999, sólo un año después de la derrota de Brasil en la final del Mundial de Francia, cuando varios medios publicaron que la marca había obligado a Ronaldo Nazario a disputar aquel partido.
Cuando mi abuelo murió yo tenía siete años. Esa fotografía de Miss de Havilland con sombrero pirata, es un símbolo de la pasión que compartimos por el cine. Fue su afición lo que despertó mi propia vocación como crítico, y hoy puedo decir que mi amor por las películas, por esa magia que se crea en la pantalla, nació gracias a él.
Escribo porque sé que un día, en mucho tiempo, tendré que recordar todo esto con la añoranza del tiempo perdido, del que nunca habrá de volver. Quisiera ser un testigo de mi propio recuerdo.
La forma en que su carrera evolucionó es digna de admiración. Aunque muchos la asociarán siempre con su papel como la formidable profesora McGonagall en la saga Potter, no debemos olvidar su impresionante trayectoria antes y después de esa saga.