Mi periplo con los Arctic Monkeys comenzó por ahí del 2008, cuando la banda ya preparaba su primer gran cambio con Humbug, un álbum más oscuro y personal en comparación a sus dos primeros proyectos, donde el sonido fresco, las guitarras alegres y sus letras pícaras me hicieron volverme un fanático incondicional. Desde aquel entonces […]
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