El gran escritor mexicano José Agustín, perteneciente a la llamada literatura de la Onda, estudió letras clásicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Composición dramática en el Instituto Nacional de Bellas Artes y en la Asociación Nacional de Actores y dirección en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC); esta formación multidisciplinaria lo preparó para incursionar en varios medios culturales, incluyendo el cine, donde participó como director, actor y principalmente como guionista.
Su primer acercamiento en el cine fue en su faceta de guionista, junto al director Carlos Velo en 5 de chocolate y 1 de fresa (1968), película que muestra la apertura de José Agustín con los psicodélicos. En el argumento de esta cinta, Esperanza (Angélica María), una joven monja, come por error hongos alucinógenos que la transforman en Brenda, una chica subversiva. La película es una versión muy fresa y edulcorada de Los Caifanes (1967), de Juan Ibáñez; solo que aquí es una banda de cinco jóvenes ‘popis’ liderados por Brenda, quienes comenten fechorías infantiles como asaltar un Sanborns para robarse cinco helados de chocolate y uno de fresa, con mermelada claro está. Luego vuelve a trabajar como guionista con el director Carlos Velo para la película Alguien nos quiere matar (1970), protagonizada nuevamente por Angélica María.
Finalmente, en 1971 da el salto a la dirección, con su opera prima y único largometraje Ya sé quién eres (te he estado observando), comedia ligera sobre David, eterno enamorado de su vecina Rosalba, una joven inquieta que se rodea de amigos jipitecas (hippies mexicanos de fines de los 1960s). Ésta, al ser abandonada por su novio, decide casarse con David. Esta ópera prima deja entrever los intereses del escritor, como en la pinta que se lee “Aprende a pensar fresota, abajo la explotación”, o el dialogo de Rosalba frente al Nevado de Toluca: “Este paisaje alucinante, digno de H.P. Lovecraft”. O cuando dice: “Esta es una Onda dentro de la misma Onda”, juego que se ve también al ver al mismo José Agustín interpretándose a sí mismo como director de una película del mismo nombre, un cameo autorreferencial que sugiere una Onda dentro de la misma Onda. Cuenta con participación especial de Javier y Baby Batiz.
Su segundo trabajo como director fue el cortometraje Luz externa (1973), filmado en Súper 8, que transcurre durante un monólogo de Ernesto, un jipiteca que relata a su amigo las peripecias vividas con su última novia y los motivos de su rompimiento. Este corto refleja muy bien la influencia de la Onda y retrataba el mundo contracultural de los jóvenes de la primera mitad de los años setenta en México. No se estreno ni fue visto en su época; sin embargo, Sergio García, cinematógrafo del corto, conservó el material y en 2003 el investigador Jesse Lerner hizo una propuesta de montaje para la banda sonora, a la que en el 2008 se agregó la voz off de Gabriel Retes. Posteriormente el guión sirvió como la base del cuento con el mismo título que apareció como parte del libro El rey se acerca a su templo, del propio José Agustín.
Regresa a su rol de guionista en El Apando (1976) dirigida por Felipe Cazals, donde comparte créditos con José Revueltas. La historia se sitúa en la cárcel de Lecumberri, popularmente inmortalizado como “Palacio Negro”, que contaba con celdas de castigo a las que llamaban “El Apando”. Vuelve a trabajar con Felipe Cazals para El año de la peste (1979), guión trabajando en conjunto con Gabriel García Márquez y Juan Arturo Brennan, donde José Agustin se enfocó en los diálogos. Película inquietantemente actual que, sin saberlo, se adelantó a sucesos recientes: una pandemia respiratoria que azota a la Ciudad de México, con alta tasa de mortalidad y un gobierno que encubre el suceso e intenta minimizar lo ocurrido. En el mismo año colabora con el director Miguel Littín para el guión de La viuda de Montiel (1979), adaptación de una novela de Gabriel García Márquez.
En la década de los 80 trabaja con el director Alberto Cortés, primero en Amor a la vuelta de la esquina (1986), y posteriormente realizan la película de culto Ciudad de ciegos (1991), en donde el escritor participó en el guión junto a Hernann Bellinghaussen, Alberto Cortés, Marcela Fuentes-Berain, Paz Alicia Garciadiego y Silvia Tomasa Rivera. El argumento está compuesto por 10 historias que transcurren en un departamento de la colonia Condesa a lo largo de 30 años; en algunos segmentos actúan músicos de la escena de rock nacional como Rita Guerrero de Santa Sabina, Saúl Hernández de Caifanes y Sax de Maldita Vecindad. La película ganó un Ariel a mejor tema musical por la canción “Foto Finish”, interpretada por Santa Sabina con participación de Saúl Hernández y Sax.
Dos décadas después José Agustín volvió al cine de forma indirecta, ya que dos de sus novelas fueron adaptadas a la pantalla grande: Abolición de la propiedad (2012), dirigida por Jesús Magaña Vázquez, y finalmente en Me estás matando, Susana (2016), dirigida por Roberto Sneider, con guión del director y Luis Cámara, una adaptación de la novela Ciudades Desiertas. La película fue protagonizada por Gael García Bernal y Verónica Echegui. La película conserva el tono humorístico del autor al contarnos la historia de amor y desamor entre Eligio y Susana. Él un estereotípico macho mexicano, controlador, celoso, desconsiderado, infiel, ingenioso y seductor; en contraparte está Susana, una escritora española, inteligente, sensible e intelectual.
José Agustín también ha influido en la obra de otros realizadores como en Ah, verda…? (1973) del director Sergio García Michel, un corto silente musicalizado con temas de rock y que muestra a una pareja de subversivos, quienes siembran explosivos en el Monumento a la Revolución y la sede del PRI e introducen LSD en el suministro de agua de la ciudad de México. Una fantasía anarquista e idealismo hippie. También hay algunos diálogos adaptados de textos de José Agustín en el medio metraje ¿Cómo Ves? (1986), del director Paul Leduc, una docuficción sobre jóvenes marginados de las vecindades de la ciudad de México. En la realización participaron los colonos de la cooperativa Las Torres y varios grupos de rock como El Tri, Cecilia Toussaint y Rockdrigo González, entre otros.