POR QUÉ

 

“Yo vivía donde los abuelos. Y no me llevaban a dormir a casa de mis padres, sino cuando me iban a dar un purgante.
Y cuando decidían dar un purgante, era un purgante colectivo. Nosotros somos 15. No había mucho tiempo de ocuparse de cada uno.
Cuando a mí me llevaban a dormir allá, yo iba contento, porque iba con los hermanos… de noche, después de que se acostaban,… tirarse almohadas y todo aquello…
Después del purgante nos daban, como premio, una moneda de cincuenta centavos. Y yo, durante muchos años, me acordaba de esas monedas y me daba la náusea… la náusea del purgante”.

Gabriel García Márquez