No nacemos siendo lectores: nacemos como oyentes. Los primeros relatos de los que nos acordamos no vienen de algún libro, alguna película o canción, sino de una voz: la voz de una persona querida: generalmente una mujer: una madre: una abuela: una tía. Contrarrestando al discurso individualista de que la lectura es un acto solitario, la lectura, por lo menos en el principio de nuestra biografía, es oral y colectiva: a través de esos cuentos que nos contaron de niños nos permitieron acercarnos a los valores, por eso mismo es que la emisora de aquellas narraciones las reescribía a su manera de entender y moldear su realidad conforme a su moral. En Mis chistes, mi filosofía (2014), del filósofo y psicoanalista esloveno rockstar Slavoj Žižek, este reflexiona sobre los chistes, pues estos carecen de autor: se cuentan: tienen creatividad en el lenguaje: también se transforman dependiendo la moral del emisor: son colectivos y anónimos —¿no hemos escuchado lo siguiente?: ¿te sabes el chiste de..?—; lo mismo pasa con los cuentos de hadas; sin embargo, cuentan con un factor que los diferencia: tienen un autor original: pasan las generaciones: se renuevan: tienen otros autores: otras moralejas: otros finales:
Las versiones antiguas se encuentran con las nuevas, y nadie puede saber cuál fue el primer cuento de hadas que se contó, pues a diferencia de otras manifestaciones literarias, el cuento de hadas es historia viva: cabalga entre la oralidad y la literatura.
Esta es la tesis de Otro bosque: mujeres y cuentos de hadas en Latinoamérica (2023), de la escritora, psicóloga, profesora en Arteterapia Transdisciplinaria (ISPA-EGS) y doctora en Letras por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Lola Horner, quien a través del uso de la primera persona y los recuerdos personales de la infancia y las vivencias de su presente como adulta reflexiona sobre lo que significan los cuentos de hadas en las diversas etapa de la vida y, sobre todo, en las sociedades que se han construido a lo largo de la historia:
(…) vivimos fascinados por su potencial escapista, y al mismo tiempo nos conmueve y apasiona la posibilidad de ser testigos de las historias de nuestra infancia narradas de otro modo.
Los cuentos de hadas nos generan emociones (asombro, terror, deseo, tristeza, humor, alegría) porque parte de una historia aparentemente realista, pero a medida que avanza la trama cae en una hipérbole: es tanta la exageración de esta que termina en lo absurdo —además los cuentos de hadas, en su trasfondo, se burla de nosotros mismos por querer darle un significado a todo—:
En general los cuentos de hadas desafían a la lógica (incluso la narrativa) y compensan sus extravíos fantásticos con su carácter formulaico.
El título del libro ensayístico de Lola Horner hace alusión a la figura del bosque como escenario fantasioso de los cuentos de hadas por esa ambivalencia que existe entre la niñez y la adultez: por un lado tenemos al bosque adulto, que hace alusión al niño que hemos perdido; por el otro lado está el bosque de la infancia, el cual refiere al niño que nunca dejamos de ser.
Lola Horner ensaya poéticamente sus ideas (lo que es esencialmente el ensayo) y propone recurrir a la nostalgia para recordar los primeros cuentos de hadas que le contaron o descubrió por ella misma, y ahora, con estudios literarios y psicológicos, hacer un recuento de aquellas escenas memorables de la historia y analizarlas:
Fui una niña que lee y ahora soy también una mujer que escribe. De alguna manera sigo siendo ambas, la niña que rememora una y otra vez las historias que le han dado sentido a su mundo y la mujer que le sigue contando cuentos para mantenerla feliz.
Para ello el libro hace un recorrido por el canon principal del género: desde el polémico Charles Perrault: pasando por los icónicos Hermanos (Jacob y Wilhelm) Grimm: hasta el visionario Walt Disney:
Si los cuentos de Perrault remiten a las ideas civilizatorias de la Ilustración francesa y los de los Grimm se encuentran adscritos al Romanticismo alemán, los de Disney conforman un paradigma capitalista, listo para consumirse por las familias de las amas de casa de suburbio en la Norteamérica de entreguerras.
El objetivo de Lola Horner al escribir este libro fue, claro, descubrir la razón de las reescrituras de los cuentos de hadas en determinadas épocas de la historia de la humanidad, mas —y es su particularidad más potente— también el investigar y exponer el rol de la mujer en dichos cuentos (generalmente son representadas como pasivas y se les condena cuando cometen actos de rebeldía que va contra las normas patriarcales que les han sido impuestas) y cómo las escritoras alejadas del canon conocido y algunas contemporáneas los han narrado, pero desde la mirada latinoamericana, esto es lo atractivo de la tesis de la autora, porque se aleja de la mirada europea y en consecuencia remonta a escritoras como la puertorriqueña Rosario Ferré con sus Papeles de Pandora (1976), la argentina Luisa Valenzuela con sus Cuentos de Hades (1993), la (también) argentina Silvina Ocampo y la mexicana Ave Barrera, entre otras:
Las reinterpretaciones latinoamericanas crecen como malas hierbas a la orilla de los árboles canónicos, modificando el paisaje de forma irreversible (…) Existen preocupaciones en común, temas que se encuentran y una problematización formal por el uso del idioma que transforma los cuentos.
Con cuatro capítulos que diseccionan los siguientes cuentos de hadas: “Barba Azul”, “Caperucita Roja”, “La bella y la bestia” y “La bella durmiente”, Otro bosque: mujeres y cuentos de hadas en Latinoamérica se convierte así en una obra metaliteraria que interroga a los personajes misóginos y violentos que traspasan de las páginas a la vida real o viceversa: estos fueron tomados de la realidad y se trasladaron a la literatura.
Todos los días observamos, escuchamos y leemos en los medios de comunicación a barbas azules, hombres lobos, príncipes encerrados dentro de sí y reyes ególatras con una obsesión sin control; Lola Horner lucha, como las autoras latinoamericanas y europeas que reescribieron y reescriben los cuentos de hadas, por conocer qué quiere transmitirles a las nuevas oyentes de estos relatos para que formen su propio criterio literario, filosófico, sociológico, psicológico e histórico:
Quiero convertirme alguna vez en una anciana que cuente, que aloje en su cuerpo a la niña, a la madre y a la escritora.
El libro está disponible en la tienda en línea de la Editorial Universitaria UANL.