hábitos horribles y vida insana
para que la muerte no se moleste esperando a la vuelta de la manzana
sino al contrario, que para nuestro encuentro tenga que caminar rápidamente,
saltar uno o dos puentes y tal vez tomarse un taxi
cuando creo que estoy bien siempre se interpone un “casi”
no me gusta desafiar las reglas de la sintaxis
no quiero que me indiquen la forma más fácil si yo no la pedí
si no me queda opción que transitar esta existencia desbordada de desgracia
que al menos me quede la meritocracia para sentirme menos miserable
lo que está roto en mí ya no sana
intentarlo es una lucha vana que sólo me lleva a enfrentarme conmigo misma
ya es costumbre terminar al borde de la aneurisma de tanto pensar
al menos sé disimular
lo compruebo hablando con mis coexistentes
quienes sorprendidos me reiteran constantemente “lo bien que estoy”
y yo me río sin mostrar los dientes, vaya uno a saber qué pasa por sus mentes
no seré yo quien corte con su ilusión.