Juan Manuel Uría es poeta, aforista y artista plástico, nacido en Errenteria, Guipúzcoa, en 1976. Ha publicado los siguientes poemarios: Puerta de coral (2005), ¿Quién es Werther? (2009), Transformaciones (2009), Manzana de vaho (2012), Las huellas del límite (2014), Hablar porque la muerte (2015), Lilith (2015), Harria (2016) o el libro de haikus K´amékuarhu (2018). Como aforista ha publicado Dos por la mañana (2015) y La ciencia de lo inútil (2018), primera parte del proyecto Poética, trilogía en la que reflexiona sobre la creación poética y que ha tenido continuidad con el libro de poesía La belleza fragmentada (2023) y con la obra exclusivamente plástica Poiesis.
Hace un par de años puso en marcha el proyecto plástico-musical Impromptu, desarrollado junto al músico Ángel Unzu, en el que la improvisación, el azar y lo espontáneo son claves fundamentales. Esta colaboración se materializó en un disco-libro con el mismo título publicado en 2023.
Otras de sus obras son Infancia es lugar, Remiúrgica y Apuntes sobre pintura. La editorial Polibea ha tenido el buen gusto de llevar a imprenta La arquitectura del azar, su nuevo libro de haikus escrito entre Jocotepec (México) y Errenteria (España), en los años 2018 y 2019, y publicado, para alegría y fruición de las almas sensibles, en julio del 2025.
A continuación les ofrecemos diez de los excelentes haikus que Juan Manuel Uría nos regala desde una mirada atenta, sensible y reflexiva, sabia, bien afinada y entregada como pocas a lo pequeño, a lo fugaz, a lo frágil, a la duda y al temblor, a lo roto, a lo que cae, a lo apenas visto, a lo abandonado, a todo lo que vuela con dificultad, a ras de suelo, a lo más humano, a la vida, la muerte y el amor, a la más grande belleza.
Lluvia de estío:
un olor fuerte a asfalto
lo impregna todo.
Para pintar
la sombra de mi cuerpo
un trazo basta.
Cojo una piedra
que ha pulido este río;
late en mi mano.
Jugando, un niño
convierte este jardín
en todo un bosque.
Mezcla de olores:
pan recién horneado
entre las flores.
Ningún poema
que describa esta luz.
¿Cómo pintarla?
La pleamar
eleva un horizonte
donde mirarnos.
Entre el adentro
y el afuera, la unión
de mi mirada.
Viene para irse
como cada mañana
la amanecida.
Tanto que hacer
y paso la mañana
urdiendo un haiku.

