Amina gritaba su nombre cuatro veces al día con la intención de que alguien la escuchara, se encontraba en una prisión de máxima seguridad bajo tortura. Su delito: pintarse los labios. Las hijas del señor Nazari eran conocidas por su peculiar forma de ser, siempre despampanantes, únicas y sin nada que les preocupara… básicamente, lo […]
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