Cuando el viento empujó con fuerza, te levantaste de la escalera y poco a poco tu ropa se olvidó en el pasillo. Al caminar hacia la avenida, me fui detrás de ti como si estuviéramos encadenados en la misma cárcel; la gente nos tenía miedo, pero comenzaste a cantar el Ave María. Durante el recorrido, […]
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