Mi antiguo amor regresó
para vivir en la ciudad.
Ahora habita dentro de un pequeño piso
de azulejos vidriosos
y ventanas antiguas,
cerca de la calle de las prostitutas.
Qué más da,
es la vida que le gusta.
Llevo bastante tiempo creando
mis propias fantasías,
verdaderamente más salvajes
conforme el tiempo me pasa por encima,
donde le hago el amor a su reflejo,
donde por demasiado tiempo me alimenté
de miradas anónimas
detrás de mi maquillaje corrido
y después retocado.
Mi querido amor tiene roto el corazón,
después se mudó a mi ciudad.
Bienvenido a las calles
de las gargantas sin voz,
de los ojos sin ilusión,
de risas vacías,
de estrellas en moteles
a medio destellar
y el sexo sin amor.
Yo me encuentro en los cafés
de entre esta antigua ciudad,
hay huellas de mi esencia
en todos los adoquines rosados.
Me acostumbré a tenerte demasiado lejos
como para olvidarme de ti.
Cariño mío, ¿fui demasiado lejos
que ahora sólo vives a unos metros de mí?
Mi querido amor de tal vez algún pasado,
prometo que aquí serás más feliz que nunca.
Querido mío,
al final todos terminamos
en el mismo infierno.