Por: Ximena Gil.
Libre,
Me proclamé aquel día.
Que ironía, pues
No es posible huir
De la amarga costumbre
De escuchar tu voz.
Por: Ximena Gil.
Libre,
Me proclamé aquel día.
Que ironía, pues
No es posible huir
De la amarga costumbre
De escuchar tu voz.