Mi pluma – espada ha mutado
y rosa flamígera es ahora,
pues en este viaje sólo requiero
amor y pasión quemante por luz.
Me espera un largo viaje
en dirección a Oriente,
atrás, en Occidente,
descansa
aquello que tanto me hirió.
Un viejo y fuerte puma
va delante de mí, cuidando
la salud de mi alma.
Tras de mí, anida la serpiente
ansiando que me venza el miedo y así
pueda deglutirme sin compasión.
Hace mares que morí en los brazos
de otras mujeres que mis restos consumieron.
Hoy emprendo este viaje
en búsqueda de una transmutación del “Yo”
y así reencontrarme con la luz
que me retorne al camino del amor.
Voy desnudo y por arma/escudo
llevo los versos que me permitan
nombrar los hallazgos y
plasmar los triunfos.
Parto sabiendo que el futuro
me tiene dos augurios: loco consciente
vagabundo errante.