Desde mi balcón no se ve el sol
tan solo tu corazón hiriente que no sangra.
Con su sombra hacia mí
llora como un niño sin amamantar.
Desde mi balcón
enormes olivos sin fruto ni esperanza
acarician tu mirada sin permiso
para morir poco después.
Caminos perdidos me guían hacia ti.
Vida exquisita que no supimos abrazar.
Almas con alma para los desalmados.
Golpeteo continuo de lluvia sobre mi tejado descubierto.
Mi balcón desnudo saluda a tu amor
aleteo mis últimos vuelos sin red.
Cuando la esperanza llegue a visitarte
avísame que no tardaré.