«I want only to haunt you, but you’re never there»
I Died So I Could Haunt You; Stars
Me dio pena con él. Digo, no lo había visto en la vida, pero ¿qué puedo hacer? Ya no hay vuelta de hoja, y, a pesar de lo que vaya a suceder –que espero, sea bueno–, no tengo forma, bueno, sí la hay, de contactarlo. La verdad es que sí: lo culparon y parece que se quedó sin esa chamba, al menos no se lo cobraron. Y es que… lo vi… supe que era ese. La verdad, la mujer tiene un gusto exquisito y eso ayudó, no solo en joyería, ¡eh! ¡Toda la casa! Ya sabes, lo mío siempre fue, bueno, y sigue siendo, la estética. ¡No! ¡No seas pendejo! No esa ‘estética’… estética, lo relativo a la belleza, ¿cómo que…? Siempre tuve buen gusto, no jodas. ¡Ya! ¡Ya! Sabes a lo que me refiero, el caso es que lo vi y me enamoré… ¿Siempre me vas a joder con eso? Sí, sí, ‘que me enamoro de todas’, en serio, el collar está increíble y no pude resistir. No, nunca, nunca había robado, bueno, algún chicle en Sanborns, pero, güey, tenía ocho o nueve años… Sí, lo tengo ahí, junto con otras cosas…psss, es que…bueno, sí lo voy a hacer, digo ya lo hizo, sí, lo de robar, aunque no sé, no me gusta esa palabra… sí, planeo devolverlo, ya veré cómo. ¿Cargo de conciencia? ¿Qué esa no caducó ya? La verdad es que, en esta única ocasión, sí creo que el fin va justificar los medios. Te decía, pues, quiero hacerlo bien, sí, algo más “tomé”. ¡Que no! ¡Que la chingada! No es robar. Voy a usar un poco de loción, sí del señor… no, no es mi favorita, pero es lo que hay. Sí, también ya se dieron cuenta, pero qué le hacemos. Hay otro par de cosas que ya tengo: un libro de la señora, uno que he visto que lee de repente, de una poeta, argentina ella… ¡Nooo! ¡Ponme atención! La poeta era o es argentina, la de la casa es de aquí, bueno, de la capital, pero ya sabes, a nosotros nos da igual, todos somos iguales, el asunto es que pienso leerle un par de poemas… ¿Cómo? Pizarnik, Alejandra Pizarnik. Sí, le late, tenía algo de ella…cabrón, pon atención entonces… A ver, el libro, el qué tomé –que no robé–, es de la señora de la casa, y sí, a ella le latía esa poeta, por eso le voy a leer algo… ¿por qué crees que lo sé? Sí, me gusta desde que la vi y memorizaba todo aquello que le gustaba o mencionaba que la hacían feliz. Bueno, ya tengo el collar, la loción, el libro y una flor, quizá lleve un vino… no, no voy a ir a beber por beber y la flor, una orquídea de estas que ves aquí… ufff, la vi pocas ocasiones, pero una de ellas le regalé una orquídea, sonreía con los ojos, unos hermosos, color otoño y el resto de la cara era, bueno siempre fue bellísima, me decía que no, aunque yo sé que ella se sabía guapísima. Me alegra tanto que esta doña aquí tenga orquídeas al por mayor, reafirma su gusto excepcional. Igual esa no vuelve, lo demás seguramente sí. ¿El collar? No quiero cargar con eso… sí, seguro me preguntará de dónde salió y pues, ni modo, le diré la verdad… seguro me hace devolverlo. Lo pondré en su lugar o en unas cajas que vi con sudaderas, así como si la señora lo hubiera extraviado… Ya, ya. Te digo que ya se percataron, los escuché anoche, el collar y la loción; lo de la flor y el libro es menos evidente, en fin, ya solo son un par de días y va de vuelta todo… Pues sí, le dije más de una vez, más de diez que la amaba… que la amo… no sé… ella…qué te digo… Y de momento nada más… solo hoy tengo ¿ansiedad? ¿Podemos sentir eso aún? Nervioso… sí, sí estoy. El tiempo va más despacio aquí. No, no tengo un guion para hablar, ya veré que digo, algo saldrá de esta boca. Al menos esta vez no me sonrojaré… Tengo una “vida” que contarle y mucho tiempo para hacerlo ¿no?… yo le o ¿me? prometí que, aunque fuera en otra vida, seguiría buscándola y eso, eso estoy haciendo.