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Editorial

El apagón al populismo

Tras los disturbios en el Capitolio, Twitter y otras redes sociales le quitaron el altavoz mediático a Trump

Durante el recuento de los votos el 6 de noviembre de 2020, el presidente Donald Trump acudió a la sala de prensa para lanzar el mensaje de la discordia: “Si contamos los votos legales, ganamos fácilmente. Si cuentas los ilegales, nos van a tratar de robar”. Así empezó un discurso cargado de fake news que dos meses después ha desembocado a un asalto al Capitolio por parte de los seguidores de Trump; es decir, un golpe de Estado, como comentaba en su cuenta de Twitter el catedrático Jeff Jarvis: “Periodistas: Usen las palabras correctas. Golpe. Insurgentes. Insurrección, Fascistas. Y usen terrorismo. Y traidores. Y sedición. Y racistas”.

En el año 2016, en las elecciones donde se presentó y ganó la presidencia Donald Trump, apareció el término fake news por primera vez en el imaginario colectivo de la sociedad global. Una acepción que no sería nueva pero que supuso un cambio en la hegemonía del sistema. Durante esas elecciones, Trump uso la red social Twitter como su base de comunicación política, ya que le proporcionaba la visibilidad y exposición que tanto ansiaba. El uso de mensajes sencillos (140 caracteres), emocionales y provocadores le ayudaron a conseguir una gran cantidad de seguidores, retuits y favoritos. Además, su estrategia comunicativa basada en faltar el respeto a sus contrincantes y sembrar miedo consiguió eludir cualquier tema relevante como la educación o sanidad. Aun así, la red social fue permisiva al tolerarle crecer y posicionarse a raíz de repetir ideas y hashtags indispensables para su agenda mediática.  

Durante el escrutinio de los votos hace dos meses, Donald Trump declaró “fraude electoral”, sin aportar prueba alguna que le pudiese respaldar. En ese momento decidió realizar una rueda de prensa para exponer este hecho e insistió que había ganado las elecciones, cuando Joe Biden iba claramente por delante. Por ese motivo, algunas cadenas de televisión como la ABC, la CBS y la NBC decidieron cortar abruptamente la emisión. Sin embargo, otras cadenas decidieron mantener la retransmisión como la Fox News y la CNN, aunque tras las declaraciones los periodistas tuvieron que advertir a sus telespectadores que no se podía probar que era verdad lo que expuso el todavía presidente. 

Tras el apagón televisivo que vivió Donald Trump en noviembre de 2020, el 6 de enero, día que se debía validar a Joe Biden como el próximo presidente de los Estados Unidos, un grupo de trumpistas con atuendos militares y pieles de animales asaltaron el Capitolio junto con banderas confederadas, mostrando su ideología ultraderechista y el supremacismo blanco en todo su esplendor. Mientras forzaban la entrada, la Cámara de Representantes tuvo que suspender la sesión. Cuatro personas fallecieron durante los disturbios. 

En cuanto a las redes sociales, la primera en manifestarse fue Twitter, la favorita de Trump, la cual se vio obligada a advertir sobre el contenido de los mensajes provocativos y polarizadores desde las elecciones del 3 de noviembre. Ayer, tras el revuelo de los acontecimiento, el medio social a través de su cuenta @TwitterSafety hacía la siguiente declaración:

“Como resultado de la situación violenta sin precedentes y en curso en Washington, hemos decidido remover tres tuits que se publicaron en la cuenta @realDonaldTrump por infracciones graves y repetidas de nuestra política de Integridad Cívica. Esto significa que la cuenta de @realDonaldTrump permanecerá bloqueada doce horas después de borrar estos tuits. Si los tuits no se eliminan, la cuenta permanecerá bloqueada”.

https://twitter.com/twittersafety/status/1346970430062485505?s=24

Concluyen: “Nuestra política de interés público, que ha guiado nuestra acción de cumplimiento en esta área durante años, termina donde creemos que el riesgo de daño es mayor y/o más severo. Continuaremos evaluando la situación en tiempo real, incluido el examen de la actividad sobre el terreno y las declaraciones realizadas en Twitter. Mantendremos al público informado, incluso si es necesaria una mayor escalada en nuestro enfoque de aplicación”.

A principios del 2020, Twitter actualizó sus políticas para que la propia red social avisará si una información puede inducir a falsedad o engaño. Además, a mitad de año se aplicó una herramienta de colaboración conocida como Birdwatch, en la cual el usuario o la usuaria pueden agregar notas acerca de un tweet por si le parece sospechoso o creen que no es aclaratorio. Sin embargo, tras los hechos de ayer en el Capitolio, Twitter ha decidido darle al botón de apagado al populismo.

Asimismo, otras redes sociales como Facebook y Youtube también bloquearon el contenido de Donald Trump. Ambas redes eliminaron el vídeo donde alienta a sus seguidores y seguidoras a actuar contra lo llamado por él mismo como “fraude electoral”. Finalmente, tanto medios de comunicación como sociales se han propuesto apagar todo aquello que acarré una difamación o mentira que no se pueda probar. La bonanza o la crisis del denominado cuarto poder. Todo depende.

Por Alba Otero

Periodista. Observar, escuchar y reflexionar, mi mantra periodístico.

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