Lucha de arañas
En los campos de trabajo del norte, hay luchas entre arañas
Me lo dijeron mis estudiantes la semana pasada
Como los presos cazan arañas, las almacenan
En botellas de vidrio, las ceban con polillas e insectos
Hasta el día en que cada una de ellas trata
De arrancar a mordiscos la cabeza de la otra
Mientras los prisioneros hacen apuestas y miran.
Esto me recordó de inmediato al Conde Ugolino
En Dante, que roía la espalda del esqueleto
De su enemigo Ruggieri, el hambre, como la ira,
Jamás se satisfacían. Eso es estar en el infierno
Pensé, pero no estaba totalmente en lo cierto
También pensé en Tertuliano, en la manera en que describió
Uno de los placeres en el cielo, que sería mirar hacia abajo
El sufrimiento de los condenados. Mis estudiantes
Se han reunido en círculos junto a sus literas, en el verano
Del norte de la Florida, un clima bastante similar al infierno
Y miran hacia abajo, dos arañitas que se desgarran
La carne entre sí. Durante unos minutos
Estaban en el cielo.
Su Tung-Po
El olor a incienso a la hora de la bruma
Antes del amanecer, el engranaje lento
Del reloj de agua que gira, y la campana
Que llama a audiencia a los funcionarios
Vestidos de seda –no has comido desde
El día anterior, incómodo dabas vueltas
En el duro banco lacado, pero habías
Aprendido a no mostrarlo. Tus poemas
Serán pruebas en tu contra. “Un amigo”
Dirá que has criticado al emperador
Y elocuentemente interpretará tu trabajo.
Como enjambre de termitas las palabras
Brotarán de sus labios. Los censores
De la Terraza del Cuervo obtendrán
Lo que querían. Tú serás desterrado
A Hangzhou, como gobernador sin salario.
Para el cuervo es maravilloso graznar
Para el cuervo es maravilloso graznar.
Deja a otras aves silbar, gorjear,
Arrullar. Los cuervos hablan el lenguaje
De vendedores ambulantes, recaudadores
De impuestos, capataces de fábrica,
De letreros que dicen “Prohibido el paso”
De enfermeras que piden salir del cuarto.
Alas negras que de pronto oscurecen la acera,
Vienen a descansar en las farolas, chillan
Gritos macabros de amor y pánico,
Advertencias a las currucas de plumas
Pequeñas, a los dulces cantores y
Gorriones de guardar las distancias.
Saben recelar de todo lo que no puedan
Triturar con el pico y comer.
Del poemario bilingüe Among the Ruins/Entre las ruinas de George Franklin, traducido al español por Ximena Gómez, publicado por katakana editores, 2018