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Miguel Sánchez-Ostiz, el escritor inagotable

Se trata de un autor imprescindible, poseedor de una obra única, vasta y espléndida, un raro manantial del que no nos cansa beber.

Con motivo de la reciente reedición de Literatura, amigo Thompson a cargo de la editorial Renacimiento, un libro mítico que resultaba inencontrable, además de ser uno de los favoritos del propio autor, conversamos con Miguel Sánchez-Ostiz sobre esta “biografía sentimental de un escritor inagotable”, como bien dice el poeta Luis Bravo en su epílogo, un escritor que un día, en otra parte, nos enseñó que escribir es una forma de respirar o que es “como quien desbasta un tronco muerto a golpes de gubia”, que “no hay puerta que aguante el vendaval de esta época”, que hay flechas del miedo que vuelan a cualquier hora pero también que “a base de fracasos, de ninguneos y de soledad uno se da cuenta de que no tiene nada que perder y entonces es cuando hay que poner todo al rojo o al negro, apostar fuerte, echar un órdago a la vida que puede ser un triunfo aunque perdamos la partida”. Se trata de un autor imprescindible, poseedor de una obra única, vasta y espléndida, un raro manantial del que no nos cansa beber.

¿Este cuaderno de viaje o vagabundeo es el de un viajero inmóvil a lo Mac Orlan?

Pues no, casi todos fueron artículos de periódico de provincias de cuando se podían escribir y publicar artículos literarios que les llamaban con marcado desdén, además Mac Orlan patiperreó lo suyo pese a su manual del perfecto aventurero. Yo, en aquella época era un sedentario sin remedio.

¿A dónde dan las puertas innumerables de este libro?

Al mapa de mi mundo literario.

¿Qué crees que se busca en la husma casi siempre insatisfactoria del pasado? ¿fuga, refugio, guarida, amagatorio?

Guarida es lo que mejor le cuadra.

¿Por qué la obsesión de escarbar en la memoria si, como dijo Giorgos Seferis, la memoria, donde la tocas, duele? ¿Pulsión masoquista? ¿Voluntad rescatadora de pecios del naufragio de una vida?

Pues sí, lo de pecios le cuadra.

¿Qué sigue vigente del Miguel Sánchez-Ostiz de finales de los ochenta en el autor del presente?

Poco en la medida en que mi vida es muy distinta de la de entonces.

Últimamente hemos visto publicada una completa antología poética en Bartleby (Geografía de la ventura, 2024), la reedición de Las pirañas (Malas Tierras, 2025), una antología de prosas de no ficción en Siltolá (Las naves quemadas, 2025), ahora la reedición de Literatura, amigo thompson (Renacimiento, 2025), pero nada de obra nueva. ¿Qué ha sucedido con Nieve de ayer, un libro nuevo que se anunciaba a finales del 2024 y no apareció? 

Nieve de ayer está en trabajos editoriales de producción.

¿Tienes algún nuevo proyecto a la vista?

Pues sí, estoy confeccionando un diccionario de Francisco Umbral y un libro de recuerdos,  El viaje inacabado.

¿Cómo es tu día a día actualmente? ¿Hay previsto algún nuevo diario a partir del ictus? 

Pues no, no hay diario ni del ictus ni del cáncer que padecí en 2024. Mi día a día es según donde esté viviendo, si en Pamplona o en Arizkun, un pueblo del Valle de Baztán donde tengo una casa, Zamarrenea. Escribo y leo en sesiones de mañana y tarde, también doy algunos paseos, pese a que el ictus me ha dejado limitado.

¿Quieres despedirte con algunas palabras?

Pues no, porque esto suena a: ¿Tiene algo que decir el acusado?