A ti te encanta Sabines
y a Sabines le encanta Dios
y describe
y cuenta de Dios
como si en verdad le conociera
a ti te encanta Sabines
y de pronto me encanta también
y reprocho sus maneras
y lo fácil de sus letras
pero a ti te encanta
y no te detienen mis palabras
te detienen las de él
las del poeta
y si fuese yo poeta
te haría entre mis textos aquel
que entre sorna y desdén
te dijera…
a ti te encanta Sabines
y a Sabines le encanta Dios
y muy probablemente a Dios le encante Sabines
pero a mí…
a mí
me encantas tú.