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Poesía

Sacrificios 

Esta fue mi habitación,
milenios atrás. 

La madera de este viejo departamento 
rechina en las mismas tablas 
que evitaba 
en mis escapes nocturnos. 

Permanece el gato que hizo de amigo 
cuando todos estaban lejos, 
cuando estaba encerrado y solo. 

Mi habitación está vacía, 
como si jamás hubiera 
dormido allí. 

El perfume que bañaba mi piel 
se fugó por la ventana, 
las plantas se secaron y
mis libros se llenaron de moho. 

No hay nada aquí,
solo monstruos bajo la cama.

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