El encierro me desquicia.
De tanto en tanto se cruza alguna persona por mi ventana,
caras serias e inquietas.
El mundo afuera parece tan frágil.
Nunca me detuve a apreciar la libertad,
un rayo de sol,
el viento en la cara,
escuchar a los tuyos a distancia ,
un abrazo en la adversidad.
El tiempo es el mejor regalo en ésta espera.