La redacción purgante, en complicidad con los sellos de Penguin Random House (y Langosta literaria), propone cinco recomendaciones de lectura para iniciar el año.
Ensayo para después del naufragio; Francisco Valdés Ugalde
Este libro presenta un detallado análisis del estado actual de la democracia en el mundo, en un momento en el que ésta enfrenta serios retos. El rápido ascenso de las ideologías autoritarias, la profunda desigualdad social, la amenaza constante de la guerra y una pandemia que reconfiguró el panorama geopolítico son sólo algunos de los obstáculos que los sistemas democráticos enfrentan hoy en día, y que aquí se revisan a profundidad desde la perspectiva de la teoría social y política.
Divino e infame. Las identidades de Rubén Darío; Luís Cláudio Villafañe
Un ensayo que rescata la trayectoria del principal nombre del modernismo en lengua española al acercar al lector no solo a las anécdotas de la agitada vida del poeta, a las contradicciones de su vida personal, a sus decisiones, sus errores y aciertos, sino también al contextualizar su actuación en la literatura y el periodismo.
Vida contemplativa; Byung-Chul Han
Byung-Chul Han indaga en los beneficios, el esplendor y la magia de la ociosidad y diseña una nueva forma de vida, que incluya momentos contemplativos, con la que afrontar la crisis actual de nuestra sociedad y frenar nuestra propia explotación y la destrucción de la naturaleza.
Publicada póstumamente en 2020, Riccardino supone la despedida del comisario Salvo Montalbano, uno de los personajes más populares de la literatura europea de las últimas décadas y un referente ético y civil en todo el continente. Y sin que merme la tensión, Andrea Camilleri remata la trama policíaca con un duelo dialéctico entre el Personaje y su Autor capaz de sorprender y cautivar por completo a los lectores.
Con R de Reality tiene como tema central la muerte y la aborda a través de la ironía y con una intención de juego que resultan notables e, incluso, bastante irreverentes y originales. El relato tiene como protagonista a un productor de televisión gay a quien la televisora le ha autorizado llevar a cabo una idea insólita: un reality show, al estilo del Big Brother, donde todos los participantes sean enfermos terminales de diversos males (cáncer, angina, enfisema, VIH, etc.), a los que las cámaras seguirán a toda hora y en todos los rincones de la casa en que se hallan hospedados. El premio, de 2 millones y medio de pesos, será para la familia del participante que muera primero; de ahí el eslogan del show: “Muérete y gana”.