Aquella mujer detonaba
una bomba de diversión
célebre, llena de
incertidumbre
Aquel hombre la veía
todos los días en la esquina
de su casa; como la
diversión de la mujer, pensaba
que esa esquina era curiosa
Aquella mujer salía corriendo
todos los días con sus piernas
talladas de inocencia
Aquel hombre se sentaba
en la mañana a verla
mientras disfrutaba de un
helado sabor fresa,
como los labios de
aquella mujer
Aquel hombre deseaba acercarse;
lo hizo, pero surgió algo curioso,
como la diversión que
aquellos ya habían entablado
en risas, vistas y huidas
del corazón
Una pizca de amor les bastó
para besarse con la mirada
Aquella mujer maquillaba
las pecas de la humanidad, y
aquel hombre escribía servicios
públicos que le brindaría
a la sociedad
Aquella mujer era un amor, y
aquel hombre era buena persona
Aquella mujer se desnudaba
con la profecía de encontrar a alguien que,
sin necesidad del deseo, la supiera entender
y amar
La luz se enteró de algo ese día:
aquellos se aman y están luchando
por encontrarse una vez más