La negrura de la tarde es bella
porque no existe.
Lo infinito de la vida también lo es,
también la locura del difunto
y la sonoridad de la luna.
La existencia carece de sentido
y por eso es tan hermosa:
los terremotos no saben de desastres
ellos sólo bailan.
Un cometa en mitad del cielo
puede mimetizarse con un avión,
Acariciar ausencias y velar al que sueña
despierto
son las mejores formas de amar
porque son silenciosas y solitarias.
El amor cuando se comparte deja de serlo
al igual que la soledad o la tristeza.
Nada en esta vida vale más que un
soplo de aire
y sin embargo la vida se nos va
en cada aliento.
Así es la construcción de la poesía:
un montón de arenas movedizas
flotando a ras del cielo.
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Así es la construcción de la poesía: un montón de arenas movedizas flotando a ras del cielo.