Fantasmas (2025), el más reciente documental del director mexicano José M. Delgadillo (Elián Ikal), es un intenso viaje de introspección a los orígenes de los sueños y traumas de la condición humana. Se debe ser valiente para voltear al pasado y escudriñar entre cartas, fotos y documentos, con la posibilidad de encontrar algo que impacte el presente y lo transforme de forma irremediable. Delgadillo, prolífico artista visual originario de San Luis Potosí, ofrece ahora un trabajo arriesgado, inquietante, donde su mirada apunta a revelar los entresijos de un ayer familiar que es como el de todos: confuso en la infancia, complejo en la edad adulta. Fantasmas le da certeza y paz al cineasta; mientras al espectador le proporciona un espejo para reflexionar sobre su propia realidad.
José M. Delgadillo explica cómo fue reencontrarse con su pasado, mientras filmaba y narraba este documental que ya arrancó su paso por festivales nacionales e internacionales:
Siempre ha sido un tema fascinante, ya que no hay todavía una explicación concreta de todas esas cosas que veo y escucho desde que era niño, como se muestra en el documental. Trato de darle una explicación lógica y hasta científica, pero también quedan muchos cabos sueltos que no tienen explicación, pero eso también es parte importante del arte, no querer darle una explicación a todo lo que nos rodea. Yo estoy seguro de que lo que veo no es parte de mi imaginación, pero los diagnósticos afirman que es una condición médica que se nació de un trauma muy grande. Yo siempre he sido alguien que trata de buscar respuestas a través del análisis y la reflexión, así que ahora no te podría afirmar que son fantasmas al estilo de cómo los conocemos de forma popular, pero tampoco te puedo decir que lo que veo es parte de sueños, fantasías e ilusiones que inventa mi mente.
De hecho hay una parte de mí que es bastante escéptica por eso he me adentrado en el tema, y entre otras cosas he encontrado que físicos como Kip Thorne y Stephen Hawking han trabajado el tema de que existen diversos mundos, espacios y temporalidades que se desenvuelven dentro del mismo tiempo y espacio en el que estamos habitando. Es un tema bastante complejo y la explicación que te estoy dando es muy burda, pero es un tema fascinante que hasta el mismo Borges tocó dentro de su literatura.
Sobre el tema de mi infancia y lo que quise contar sobre el tema familiar realmente no fue tan complicado pues es algo que tengo en mente desde siempre, y siempre quise narrarlo, expresarlo y de alguna manera tratar de sanarlo. Tal vez lo complicado fue el encontrar el ánimo y la seguridad para sentarme a escribir sobre esto, ya que sentía que era un acto narcisista hablar directamente de mi vida en algún ejercicio audiovisual pero realmente también sabía que esta historia tenía un trasfondo más profundo en el que quería hablar de un tema que nos afecta a todos, como lo es la violencia.
Uno de mis objetivos también era el de seguir creando y experimentado con las imágenes y el lenguajes audiovisual que muchas veces sale de lo que para muchos es convencional, pero es algo que me gusta, ya que al experimentar de esta manera, creo que el lenguaje se nutre, se expande y nos permite expresarnos de una manera más profunda dentro de una sociedad tan domesticada visualmente como la nuestra, que difícilmente acepta otras formas de narrar que no sean las que ya establecieron para ellos.
Como mencioné antes, fui entendiendo que hablar del pasado también era un pretexto para hablar sobre temas que nos afectan a todos, como la violencia intrafamiliar, la ignorancia y sobretodo el cómo nos afectan las decisiones que toman nuestros gobernantes y que no les importa absolutamente nada las consecuencias de sus actos.
Sobre todo es un video ensayo sobre la violencia en México durante mis años de vida, y el como un acto tan violento que nace de la ignorancia y sobre todo del machismo puede destruir no solo una vida, sino la de toda una familia. Esto lo conecto con la segunda parte en la que aparece otro acto violento que nace de la descomposición de una sociedad a la que se le ha acostumbrado a la violencia como algo normal y cotidiano, en donde se idolatra la guerra, la muerte, la indiferencia y hasta la ignorancia.
Hablar de mi pasado fue relativamente fácil porque realmente recuerdo muy poco. Lo complicado fue el hacer un recuento histórico de los hechos ocurridos en México durante los últimos 40 años. Aunque muchos los dejé fuera, también han sido muy importantes en la historia de este país, sobre todo para la sociedad mexicana y a partir de eso conectarlo con lo que he visto y vivido a través de acontecimientos muy particulares que han ocurrido dentro de mi familia.
Fantasmas va de la abstracción de los primeros recuerdos, a la lucidez del presente, desenredando la caótica maraña que hay en las conexiones cerebro/universo. ¿Qué obsesión hay con ese vínculo?
Al escribir el guion, realmente me basé en la manera en la que recuerdo las cosas, mis recuerdos son bastante difusos, la condición que tengo sobre el no recordar casi nada también es parte de la narrativa con la que está contada la historia. Realmente comienzo a recordar de una manera más lineal por así decirlo, a partir de los 17 años aproximadamente, aunque hasta la fecha sigue siendo muy complicado para mí recordar muchas cosas.
Tengo momentos ya siendo adulto en los que no recuerdo absolutamente nada, pasajes de mi vida que he olvidado. Tal vez de ahí viene mi obsesión en saber cómo funciona el cerebro y como almacena información. Una de las razones por las que estudié una licenciatura en Historia es claramente ésta, la de conocer más del pasado y los recuerdos. Por eso me he encontrado con que el cerebro es una maquina casi perfecta creada por la naturaleza que se asemeja mucho a lo que es el funcionamiento de lo que conocemos con el universo, como se menciona en el documental, pareciera que el universo creo el cerebro para entenderse así mismo, como si necesitara una máquina que decodificara la información.
Realmente en la manera en la que está narrado el documental, puedes ver el como recuerdo las cosas, como van cambiando a través de los años, como bien lo mencionas, vamos de la abstracción que me da el olvido, hasta la supuesta lucidez que me da la narrativa lineal, los archivos históricos y algunas fotografías.
Eso es una parte de lo que tal vez explica mi obsesión con el cerebro y el universo. La otra parte es por la manera en la que se repiten los síntomas de amnesia en la familia desde que ocurrió ese trágico momento en donde se destruyó ese órgano tan importante por un impacto de bala. Es como si existiera una memoria colectiva de la que yo soy parte y por eso he olvidado una parte de mi vida. No lo sé, son muchas cosas las que me han puesto a reflexionar sobre las consecuencias que puede traer un acto tan impactante como el que se narra en el documental.

La obra completa de José M. Delgadillo es en sí, un acto subversivo, que se niega a lo ordinario. Ahí está la rebeldía cercana a Herzog y Wenders en La última imagen de las salamandras (2023) y la nostalgia de Cuando las aves se escuchaban diferente (2024), con su premonición sobre el caos de la sociedad y daño al medio ambiente. El cine experimental es constante en cada cinta y evoluciona con el estilo mismo del artista. Se siente una comodidad que resulta útil al plasmar recuerdos y dudas existenciales.
Este documental lo escribí tal y como lo recuerdo, la primera parte es sobre mi niñez en la que los recuerdos son más como imágenes que aparecen y desaparecen. Tal vez esa sea la razón en la que mis películas son narradas de esa manera, desde lo que se podría llamar como experimental, porque mi mente funciona de esa manera, difícilmente hay una narrativa aristotélica dentro de mis recuerdos o de como percibo el mundo y lo que me rodea, lo ordinario me parece sumamente aburrido y por eso el cine que se narra y se crea desde otros lenguajes me parece fascinante.
Por su parte, el cine experimental me da muchas libertades para poder expresarme, creo que una de las búsquedas más marcadas dentro de mi cine es la búsqueda de la libertad. Vivimos en un mundo totalmente reglamentado en donde nos dicen que hacer y que no, que creer y que no, en este caso, nos dicen que ver y que no. Por eso hacer cine para mí es como bien lo dices, un acto subversivo en el que busco expresarme con el mundo desde mi visión, mi entendimiento y mis reflexiones.
La segunda parte de la película ya se narra desde una perspectiva más lineal, como a la que nos han acostumbrado siguiendo las reglas del género, ya que en esta segunda parte hablo de mis recuerdos de cuando ya era un adolescente y comencé a tener otro tipo de recuerdos, que ya tenían que ver mucho más con el mundo que me rodeaba y no tanto con mi mundo interior. Por eso a partir de ese momento comienzo a respaldar mi narración con algunos archivos y documentos que muestran el México que vivía en aquel entonces. Esto lo hice para mostrar el cómo percibo el mundo, de cierta manera siempre es una relación entre la supuesta realidad y lo que hay más allá de ella.
En Fantasmas, la música resulta un elemento determinante para conseguir la atmósfera impalpable, onírica, que envuelve cada fotograma. Música, el arte que eleva a sus artistas y les permite usar una partitura para materializar la abstracción. José M. Delgadillo cuenta quién fue el encargado de crear las armonías de su pasado:
La música en su mayoría fue realizada por el artista estadounidense Jhonny Clyde, el cual se dedica a crear cine experimental, animación, pintura y por supuesto música. A Jhonny lo conocí gracias a un festival de cine experimental en el que presentó su película The Forgotten Colours of Dreams la cual me dejó impresionado por su narrativa y su lenguaje onírico. A partir de ahí he seguido de cerca su trabajo y por eso conocí también la música que hace.
Mientras escribía el guion le pregunté si podía utilizar varias de sus piezas, ya que iban muy a la par con lo que yo quería crear por medio de la imagen y el sonido, una especie de viaje introspectivo que para mí se convirtió en una especie de ritual en el que recorría los pasajes más oscuros y tal vez reflexivos de mi vida. La música de Jhonny es muy buena al igual que toda su obra, creo que es uno de los grandes artistas independientes de mi generación.
La mezcla de formatos es otra constante en el cine del joven cineasta mexicano, quien no duda en ir de la tecnología más avanzada, hasta pedazos de papel y fotografías que con solo tocarlos, parecen deshacerse, igual que el tiempo implacable.
Para este documental fueron varias cámaras, ya que tiene imágenes tomadas hace más de diez años y que fui recolectando en mis visitas a Real de Catorce para hacer esta película. Muchas de las imágenes fueron tomadas por una cámara Panasonic Lumix G7 y GH5, otras fueron tomadas con cámaras de celulares que fueron editadas y sobre puestas con otras imágenes para crear así diversos efectos de textura y de color. También dentro del documental hay mucha reapropiación de imágenes que me ayudaron a narrar la historia como por ejemplo las imágenes históricas del pueblo en donde creció mi abuela o las del año de 1994. Por supuesto también las imágenes de los noticieros de la época de la guerra contra el narcotráfico en México a partir del año 2010 hasta el momento que ocurrió el otro asesinato dentro de la familia causado esta vez por la violencia que se vivía y se sigue viviendo en el país.
Fantasmas es un documental atípico, una senda introspectiva que busca exteriorizar en el pasado para poder sanar. Alejandro Jodorowsky ha afirmado que lo único que puede salvar de la barbarie a esta sociedad, son las expresiones artísticas. ¿El cine puede servir para curar el trauma del pasado? ¿El arte sana, José?
Creo que actualmente vivimos en una sociedad que se muestra a través de las redes sociales como personajes totalmente irreales, con vidas “perfectas” que han mermado la percepción que existe de la realidad y esto está creando una sociedad profundamente triste que desea cosas pero no las obtiene, que anhela mundos de fantasía creados por las pantallas y el capitalismo. De esto me he dado cuenta al conversar con las personas, de que somos un profundo mundo lleno de historias de carne y hueso que han formado lo que somos realmente y que las escondemos porque no van con las narrativas que están de moda, en donde se “blanquea” la vida a través de apariencias. Por eso yo creo que el acceso que tenemos a todos estos medios digitales se pueden utilizar para expresarse más allá de cualquier tendencia.
Por ejemplo este ejercicio de hacer un documental sobre un tema con el que pocas personajes he hablado, me ha llevado muchos años, está realizado con los medios que tengo a la mano, utilicé las herramientas que había e hice una investigación dentro de los periódicos para buscar todo eso de lo que poco de habló en la familia. Fui en búsqueda de información en todos estos diarios, porque es algo que he realizado desde hace años como historiador pero esta vez tratando de encontrar la historia que me precede dentro de mi familia.
Todo este proceso de escritura, de autoconocimiento, a través de búsqueda de imágenes muestra una parte de lo que soy, de lo que hay realmente detrás de mi historia personal y que me ayuda a desear comprender mi mundo y no solo ese mundo fantasioso que se ha creado dentro de las redes en los últimos años. Esto me ha liberado de cosas profundas, tal vez del miedo a mostrarme vulnerable dentro de esta historia pero también me ha dado libertad de hacer un viaje profundo hacia temas que muchas veces son difíciles de abordar. Las personas que han visto la película por lo regular me mencionan cosas como “seguramente fue muy difícil para ti hablar de un tema tan escabroso, yo no lo haría”. Claro que entiendo el por qué no lo harían, pero para mí es una forma de pronunciarme ante el mundo, esta es parte de mi historia, no la quiero negar y al entenderla y reconocerla también me gustaría dejarla atrás y ahí es donde entra para mí, eso que mencionas, el tema de sanar. Para mí fue un proceso bien interesante, desde encontrar una fotografía en donde aparezca mi abuela hasta descubrir el cómo narraron los periódicos un hecho tan terrible y quedar impresionado al ver que mi nombre se repetía en cada una de las notas.
Por eso este proceso de ir al pasado me hizo entender tal vez que hay detrás de todas estas memorias olvidadas, pero también el deseo de a partir de ahí ser yo mismo, sin el peso de toda esa historia que precede a la familia. Por eso es la primera vez que firmo una película con otro nombre, como Elián Ikal, pues esta retrospección también me hizo reflexionar después de encontrar las palabras que alguna vez escribió mi abuela en una fotografía, y que hablan sobre la búsqueda de quien realmente quién eres. No puedo decir si para los demás el arte sana, pero para mí, siempre ha sido el camino y es lo que me ha ayudado a seguir en este mundo.
Nacimos y moriremos en un México violento. La vorágine sin fin. En Fantasmas, pones el dedo en la llaga en 1994 y en la siniestra guerra contra el narco de Calderón. ¿Cuáles consideras que son los males de esta sociedad mexicana tan violenta? ¿Desde hace décadas, tenemos el gobierno que nos merecemos?
El año de 1994 tiene una historia impresionante para México, cambios sociales, políticos y económicos que transformaron el país. Por supuesto cambios de los que yo no fui consiente en esos años. En la actualidad me doy cuenta de lo importantes que fueron para bien o para mal en la construcción y desarrollo de la sociedad en la que me tocó vivir. La historia de México se repite, por lo menos durante los últimos 70 años de una manera en la que pareciera que vivimos en un eterno loop en el que siempre sufren las mismas personas, y se benefician los de siempre. Yo estudié historia, por eso todos estos temas los tengo muy presentes ya ahora en la actualidad, sobre todo la violencia y la indiferencia con la que vive la sociedad mexicana me sorprende mucho. Por ejemplo hablar de una temporalidad en la que yo viví directamente, como lo fue la guerra contra el narco que inició en 2010 es algo impresionante, recordar lo que se vivía, la violencia, los medios de comunicación con la enmienda de mantener a la sociedad con un temor latente mostrando las muertes en televisión y todos los acontecimientos de magnitudes dantescas que ocurrieron quedarán para la historia, y por supuesto que esta violencia haya alcanzado a alguien de la familia es algo que me dejó marcado.
Por eso al hacer este documental, uno de mis objetivos también era hablar del mundo que he vivido y como la violencia nos afecta directa o indirectamente. Pues lo que somos como sociedad lleva años formándose, no es casualidad que muchos de los que eran niños en el inicio de aquella guerra, ahora idolatren ese mundo violento. Por eso para mí es impresionante como la historia se repite una y otra vez. Lo reitero, la indiferencia en su mayoría de una sociedad siempre distraída que ha dejado de lado la profunda reflexión de lo que pasa a nuestro alrededor ha hecho que tengamos el gobierno que nos merecemos y que tal vez así seguirá durante muchos años más.
En este documental, los primeros años son difusos; luego, los fantasmas rompen la cuarta pared y ven directamente a la audiencia, pareciera que la cuestionan. Al final, la naturaleza envolvente del desierto y luego, la oscuridad. Sueños y realidad se mezclan. ¿Vivimos en un sueño lúcido o en una realidad idealizada?
Eso depende mucho, ya que para estar dentro de un sueño lucido es necesario tener conciencia de que se está soñando y creo que para tener conciencia hay que esforzarse un poco más, y eso es algo que pocos ya quieren hacer. Por eso tal vez en la actualidad y en su mayoría se vive en una realidad idealizada que deja de lado la reflexión humana. Idealizar es mucho más fácil que hacer un viaje hacia nuestro inconsciente ya que el hacerlo muchas veces es doloroso por que termina con muchos tópicos que nos han impuesto desde niños, cuestiona creencias, instituciones e ideas que nos dicen que son verdades. Esto por supuesto puede ser terrible para alguien alejado de cualquier cuestionamiento social, es por eso que los sueños y el mundo onírico son dejados de lado, porque ahí es donde se pueden encontrar muchas respuestas a grandes cuestionamientos que se ha hecho el hombre durante miles de años.
Yo no sé si me he logrado por lo menos acercar a ese mundo en donde los sueños son más que meras fantasías pero he tratado de hacerlo, por supuesto no solo con mi acercamiento a aquellos caminos que narraba mi madre y su hermano dentro de esos cerros que son importantes para muchos y que tienen un significado más grande para la cultura Wirarika desde hace cientos de años. Sino también del acercamiento al conocimiento a partir de la reflexión, la introspección, arte, la literatura, la historia. No digo que ese sea el camino para todos, o si sea el camino verdadero, pero este ha sido el mío. Es la manera en la que estoy viviendo todos estos sueños que se mezclan entre fantasmas y realidades llenas de crudeza.

