Estoy en una guerra interna,
Los días rojos están de vuelta
y me ha explotado una granada
que me palpita sin tregua.
Desde una de mis trincheras
los sentimientos se me desbordan,
me arrastran hasta un río salvaje
del que no puedo salvarme.
¡Sangre, sangre!
Mis hormonas me atacan
estoy sola en esta batalla
Lucho contra todos los químicos
que recorren mi cuerpo;
mis estrógenos me tienen controlada
y la progesterona con las manos atadas.
Me siento herida, hinchada y fatigada,
mis fuerzas están desarmadas.
Le imploro concordia a mi naturaleza,
pero por un período soy su prisionera.
Esta contienda es cruda y violenta
¡Me rindo, vida! Te devuelvo tu feracidad.