Ayer me ultrajaron y asesinaron.
Pero hoy renazco.
Ayer me encontré ausente y morí.
Hoy renazco; lo hago desde los miedos,
renazco de las injusticias, de los desprecios,
de las caricias negadas, chantajeadas y condicionadas, de los triunfos arrebatados de nuestras manos.
Hoy ninguna curva me avergüenza,
mucho menos me atemoriza.
Ayer fui ausencia;
hoy soy presencia.
Hoy soy fuego y vida, hoy soy mar y furia,
hoy soy calma y desdicha, hoy soy libre,
sin tapujos y sin etiquetas.
Hoy soy mujer y no “virgen”.
Hoy soy mujer y no “puta”.
Hoy soy poeta y mi propia musa.
Hoy soy flor y espinas también.
Hoy soy mujer.