Después de dos semanas volvemos ‘al bar de siempre’. Puede parecer mucho tiempo, pero las cosas habían estado demasiado calmadas, hasta hoy. La pretemporada veraniega acaba de empezar y los fichajes están un poco parados, aunque hay algunos giros de guion (la apuesta de Ancelotti por las ‘vacas sagradas’, el incierto futuro de algunas promesas como Kubo -quien la está bordando en los Olímpicos de Tokyo- o la salida de Raphael Varane) que están volteando el corazón de los madridistas (no sólo los de Alba y Miguel, por supuesto) al borde del infarto.
Alba Otero: (Mientras mueve el vaso para bordear la espuma de su caña). Ya empezaron los partidos de pretemporada donde los Rangers brillaron por su fuerza, su rugido. El estruendo sonido terminó derrumbando a esta alineación (una apuesta perdedora), en la que Carletto intentó resurgir a ese Real Madrid de la Décima, contando con Marcelo e Isco. Y dándole vueltas al asunto, Miguel, pasaron siete años de ese acontecimiento, pero contábamos con más pilares y se nota el paso de los años. ¿No crees que pasa el tiempo muy rápido?
Miguel Caballero: Sí, sí. Cuando se anunció el regreso de Carletto, mucho se ironizó sobre lo que sería esta etapa dos punto cero del italiano: “El fichaje es Bale”; “Isco sorprende a Ancelotti”; “Marcelo va por la revancha”; y todas esas frases de cada verano que nos sabemos de memoria.
Sobra decir que amo a Marcelo. Lo dije en nuestra primera charla (y lo sostengo): si alguien merece ser el primer capitán del Real Madrid, disfrutar de ello, es él. ¿Y qué decir de Isco? Un jugadorazo, quien, tal vez, no ha encontrado motivación para seguir ganando después de conquistar tanto en el Madrid.
El “Marcelisco” fue amor. Como bien dices, la Décima pasó por ambos; ellos entran de cambio en Lisboa y desatascan todo. Y en la 2014/2015, fueron clave en (a mi juicio) una de las versiones futbolísticas del Madrid más importantes en el actual siglo (que curiosamente obtuvo cero títulos, significando el adiós de Carlo). Pero son siete años. ¡Siete!
Quise jugar con eso y pensé en Siete años en el Tíbet, la historia del alpinista alemán Heinrich Harrer (interpretado por el grandísimo Brad Pitt), y quien durante su aventura, en una preciosa carta escrita al hijo que, a pesar de no conocer, ocupa su corazón y su mente, le dice: “En el país donde estoy viajando, el Tibet, la gente cree que peregrinando a lugares sagrados purifican las acciones malas que han cometido. Creen que cuanto más difícil el viaje, mayor es la purificación”. Espero que el (segundo) camino de Carletto en Madrid sea, si no largo, sí de mucha purificación.
Alba Otero: Como hablamos la última vez, es su oportunidad de redimirse él y a su pupilo. Actualmente, también siguen muchos caminos de purificación, ¿estás viendo los partidos de los Juegos Olímpicos? Hay cuatro jugadores del Real Madrid en Tokio: Asensio, Ceballos y Vallejo en la selección española y Kubo en la selección japonesa hasta el 7 de agosto. Me gustaría destacar a este último.
Me fascina Kubo, me recuerda al joven Heracles/Hércules que tiene que pasar 12 pruebas para llegar a alcanzar la penitencia por lo que hizo: matar a su mujer, a sus hijos y a dos de sus sobrinos con sus propias manos. El joven hijo de Zeus se marchó a Delfos para expiar su cruento crimen y el oráculo le dijo que tenía que ir a Tirinto y ponerse bajo las órdenes del rey Euristeo. Este rey con miedo de que en un futuro le pudiera arrebatar el trono, le encomendó doce trabajos imposibles.
A lo mejor es una comparación exagerada, pero Kubo está haciendo un esfuerzo titánico para mostrar su valía.
Miguel Caballero: En lo que concierne a México, los horarios de Tokyo 2020 son exclusivos para valientes. Ya no estoy en edad de pasarme las madrugadas viendo la televisión y no sufrir las consecuencias a lo largo del día siguiente, por lo que decidí cuidar mis fichas de desvelo para ocasiones especiales; una de ellas la gasté el sábado pasado para ver a México, precisamente, contra la Japón de Kubo, quien además de anotar el primero en el triunfo de los suyos, dio muestra -como lo hizo en Mallorca y muy poco en el Villarreal y Getafe- de lo que puede ser para el Madrid.
Dice Juan José Millás en un fragmento de su novela El Mundo que “el que ha tenido frío de pequeño, tendrá frío el resto de su vida, porque el frío de la infancia no se va nunca”.
Kubo me gusta y veo con buenos ojos que, al igual que Odegaard, que fue la figura de los txuri-urdin durante su cesión, ahora se vaya a préstamo con la Real Sociedad; sin embargo, también debo ser sincero, me da miedo que todo ese fútbol del pequeño japonés, como dice Millás, de tanto frío se congele en otro lado y nunca llegue al (nuevo) Bernabéu.
Alba Otero: “Torres más altas han caído, hasta el Imperio Romano vio su imperio caer”, es una frase muy típica, al menos, la habré escuchado muchísimas veces.
La muralla táctica del Real Madrid cada día sufre un nuevo bombardeo, esta vez, Raphaël Varane. Este último ataque tiene firma y viene desde Inglaterra, Miguel; nada más ni nada menos que el Manchester United por unos 50 millones de euros. Nuestro querido Tony Soprano sabe hacer negocios. Ahora bien, hay que pensar cómo reparar, ¿ponemos un parche (Nacho Fernández) o, por el contrario, construimos de nuevo la muralla?
Doy gracias de tener a Alaba como nuevo jugador…
Miguel Caballero: Debo ser sincero: lo de Varane me dejó frío. Es cierto que sus últimas actuaciones en juegos clave no fueron las ideales pero lo cierto es que no esperaba su salida, y menos tras lo de Sergio Ramos.
Lo de Nacho me da curiosidad porque no sé si su rol será siempre el de tercer o cuarto central del Madrid. La recta final de la temporada pasada fue -junto a Militao en defensa y Benzema arriba, claro- pieza clave para que el Madrid llegara con opciones de conquistar LaLiga en la última jornada y se metiera en cuartos de Champions League, mientras Ramos se hacía el “guapo” en las gradas, pensando en su renovación y en la Eurocopa con España. Si a sus 31 años Nacho no es opción seria, ¿entonces cuándo?
Quiero pensar que si el Madrid ha dado ese paso, que parece sumamente temerario, es porque además de haberse dado cuenta de la bestia que tenía en Militao y haber fichado a David Alaba, nuestro nuevo “4”, alguien ya espera en la recámara. Suena el francés Jules Koundé, hoy del Sevilla, pero no me fío.
Zidane, Ramos, Varane y ahora tú que te vas no sé cuántos días a Suiza. Demasiadas pérdidas para el madridismo. Espero al menos que regreses a España con la Súper Liga como souvenir de tu visita a FIFA…
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