Por: Janne Monserrat Diego Magaña
Una mañana común y cualquiera,
sin que yo me diera cuenta,
tuve mi primer beso contigo,
fue lo mas maravilloso y lo digo
en serio, me encantó sentir tus labios
con los míos, no paraba de temblar
cuando me besaste, no paraba de sentir
tus manos tocando mi cuerpo, mis brazos
temblaban, mi alma estaba extasiada
no podía quitarme de la cabeza lo que pasó.
Me sentí mal a tu lado, aquí en mi cuarto
encerrada muriendo por verte,
porque te apiades de esta persona que te ama
como nadie te amará en tu vida.