Mujer ave,
te crecieron brotes en tus senos
donde anidabas vida en tu pecho.
Te crecieron raíces en vez de cabellos.
Siempre fuiste bella
incluso sin las piezas
que deshabitaron tu cuerpo
Presencié el funeral de tu primavera,
tus flores siempre fueron excelsas,
pero tus hojas secas
fueron una obra de arte.
Te marchitaste
para hacer un lienzo de piel
y escribir tu historia de guerra.
Sobreviviste al caos
y a la destrucción.
Tu herida sanó
con el hilo de la transformación.
Te construiste otra casa
con paredes nuevas
donde antes sólo hubo ruinas y trincheras.
Mujer ave,
luchadora incansable,
guerrera.
Fuiste la causa y la cura
y te llevaste todo el dolor
hasta la sepultura.
Mujer ave,
tu recuerdo palpita
aquí en mi pecho,
donde anidaste tanta vida.