La redacción purgante, en complicidad con los sellos de Penguin Random House (y Langosta literaria), propone cinco recomendaciones de lectura para terminar febrero.
La sombra de los planetas; Gabriel Rodríguez Liceaga
La sombra de los planetas cuenta, a dos voces, un día en la vida de una pareja: Damiana y Santiago. A ella la acaban de despedir de su empleo como maestra de primaria y ahora podrá hacer eso que ha planeado durante meses: regalar a conocidos y desconocidos sus dibujos, una suerte de retratos chuscos y vulgares que la acompañan a recorrer –al compás de sus pensamientos obsesivos– la periferia de una delirante Ciudad de México. Él, en cambio, debe esperar sentado en su silla ejecutiva hasta que acabe la jornada, simular que trabaja cuando, en realidad, teclea un textoacerca del origen de sus insatisfacciones e incompletos amoríos, cientos de caracteres que orbitan alrededor de un futuro estéril. En los tiempos de lo instantáneo, Gabriel Rodríguez Liceaga ha escrito una novela luminosa y perdurable, cargada de cuestionamientos en torno a la posibilidad y la imposibilidad del amor.
Meditaciones de cine; Quentin Tarantino
Además de ser uno de los mayores cineastas de la historia, Quentin Tarantino destaca sobre todo por saber contagiar mejor que nadie su pasión entusiasta por las películas que ha visto: el autor visionario es sin duda un espectador superlativo. Este es, por fin, el libro con el que tantos años han soñado sus seguidores (e incluso él mismo). Porque en Meditaciones de cine Tarantino analiza, desde los puntos de vista más insólitos y con su particular conocimiento enciclopédico, varias películas clave del rompedor y descarnado cine estadounidense de la década de los setenta, vistas todas ellas en su más tierna infancia y revisitadas compulsivamente con posterioridad. El resultado es una obra tan rigurosa y reflexiva como juguetona y entretenida.
El ancho mundo; Pierre Lemaitre
Centrada en el período inmediatamente posterior a la segunda guerra mundial, que dio paso a los llamados «treinta años gloriosos», El ancho mundo —aclamada por el público y la crítica en Francia— cuenta las aventuras y desventuras de la familia Pelletier, propietaria de una próspera fábrica de jabones en Beirut, ciudad bajo influencia francesa, con la guerra de Indochina y el París de la posguerra y la reconstrucción como telón de fondo. Para gran disgusto del matrimonio Pelletier, sus cuatro hijos buscan ampliar horizontes lejos del hogar familiar. Jean, el abúlico primogénito, incapaz de tomar las riendas del negocio y dominado por su insufrible esposa, acaba vendiendo telas en París; el brillante François huye a la capital francesa con la intención de labrarse un nombre en el periodismo, aunque de momento debe conformarse con una plaza de reportero en la sección de sucesos; el carismático Étienne parte a Saigón en compañía de su gato Joseph para reunirse con Raymond, su amado legionario belga, pero acaba en las garras de una organización internacional de tráfico de capitales; mientras la pequeña Hélène, atrapada en una relación enfermiza con un depravado profesor de matemáticas, medita cómo escapar de sus padres.
El problema de los tres cuerpos; Cixin Liu
El problema de los tres cuerpos es la primera novela no escrita originariamente en inglés galardonada con el premio Hugo, el Nobel del género de la ciencia ficción. Su autor, Cixin Liu, ha sido considerado el gran descubrimiento del género y es capaz de vender cuatro millones de ejemplares solamente en China y de hacerse con prescriptores de la talla de Barack Obama, quien seleccionó El problema de los tres cuerpos como una de sus lecturas navideñas de 2015, y Mark Zuckerberg,que lo convirtió en la primera novela de su club de lectura. El público y la crítica de los cinco continentes se rinden ante esta obra maestra, enormemente visionaria, sobre el papel de la ciencia en nuestras sociedades, que nos ayuda a comprender el pasado y el futuro de China, pero también, leída en clave geopolítica, del mundo en que vivimos.
El Estado emprendedor; Mariana Mazzucato
Suele pensarse que es mejor dejar la innovación en manos de los empresarios dinámicos del sector privado, y que el Estado –ese ente anquilosado– debería mantenerse al margen. En El Estado emprendedor, su libro más emblemático, Mariana Mazzucato desmonta este falso mito para demostrar que el Estado, lejos de limitarse a intervenir en el mercado para subsanar posibles errores o abusos, es en realidad una organización audaz, capaz de asumir las inversiones de mayor riesgo, y un facilitador clave de las innovaciones tecnológicas que impulsan el crecimiento económico. Con numerosos ejemplos, Mazzucato explica cómo, sin el papel crucial de los fondos públicos, el iPhone no sería tan inteligente, ni habrían tenido lugar muchos de los más importantes avances farmacéuticos o en las energías renovables. El sector privado solo encuentra el coraje para invertir después de que un Estado emprendedor haya realizado las inversiones de alto riesgo, y los «genios de la innovación», tan dados a las quejas por las trabas administrativas y fiscales, son en realidad beneficiarios privilegiados de las inversiones públicas en el desarrollo de nuevas tecnologías.
Otro tipo de música; Colombina Parra
Otro tipo de música evoca la vida familiar —mediante la añoranza, la rabia y la felicidad— e íntima de la autora, parte de esta valiosa constelación artística conocida como «Familia Parra», y ofrece, mediante breves historias y aforismos, una introducción divertida y original a la contemplación de lo que nos ocurre cada día. «Tengo mis dudas sobre lo que escribo, sobre el real interés en lo que busco. Antes quise que mis canciones no las escuchara nadie. Algo de voyerismo tiene todo esto. Tú mismo ahora estás mirando por un agujero cómo me desnudo. Crees que lo voy a hacer por completo. En verdad lo estoy haciendo».