El poeta y narrador francés, Raymond Federman (1928-2009), es considerado un renovador de la última novela en Estados Unidos; La voz en el cuarto trastero recoge algunos de sus temas recurrentes como el recuerdo de su familia, la migración y la reflexión de la Shoa, a la que sobrevivió.
Esta obra destaca por su complejidad enunciativa, de corte autobiográfico; en ella, Federman evoca sus vivencias durante el Holocausto.
“Nace de la tensión entre los dos idiomas en que se expresa, y entre el momento de la vivencia y el de su enunciación fallida”.
Raymond Federman fue uno de los mejores poetas y novelistas del siglo XX. Luego de huir de Francia, debido a la ocupación nazi, se fue a vivir a Estados Unidos, donde conoció al autor de Esperando a Godot, Samuel Beckett, sobre el que realizó su tesis.
La obra de Federman está escrita en su mayoría en inglés y en francés, es por eso que destaca la traducción la voix dans le cabinet de débarras, realizada por Gabriel Wolfson y Octavio Moreno con apoyo del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, a través del Programa a Proyectos y Coinversiones Culturales 2017, donde se aprecia cómo el autor trastoca la enunciación desde donde aborda la infancia, la migración, la barbarie y la locura, con la alegría, además de un toque de crueldad lúdica, pero sin perder de vista la musicalidad de la obra.
“El texto tiene la primera versión en francés, aunque el autor mismo lo tradujo al inglés; la francesa es más larga, tiene más frases, da cuenta de más cosas. Sin embargo, en inglés, Federman hace juegos de palabras que no están en la lengua francesa; en este sentido, hizo dos versiones del mismo texto”, abundó Wolfson.
Se trata de un texto breve que recupera la voz de un niño, en París. La madre le dice “Escóndete en el cuarto de trebejos”, y presenta la onomatopeya “shhht”. Es un ejercicio de volver a la imagen sin dejar de verse como lo es el autor en un presente. “En este sentido, es un intento de regresar al momento del pasado”, agregó el narrador poblano.
El autor de Be y pies, aseguró que en el texto hay una aparición de Sam, como si se tratara de un guiño al autor de Esperando a Godot, Samuel Beckett.
La catarsis, dijo, “es el motor de la historia, enunciar coherentemente la imposibilidad de escribir“. Respecto al formato, decidido por el poeta francés, Wolfson observó que remite a la escritura del tipo concreta.
“Lo creó sin un guion de división silábica, pero debía mantener 20 cajas cuadradas; el cuadrado es una especie de enumeración de las páginas”, concluyó.
El libro, editado por Cabeza Prusia, se presentará el martes 26 de febrero a las 19:00 horas en Profética. Casa de la lectura, 3 sur 701, Centro, Puebla. Gabriel Wolfson será el comentarista de esta obra.