La “Subasta de arte en línea”, iniciativa creada por el antropólogo e historiador del arte Carlos Rojas, busca impulsar el acceso igualitario al arte, flexibilizando las prácticas de coleccionismo.
La subasta virtual, que se llevará a cabo el próximo 16 de diciembre a través de ZOOM, reúne la obra de 23 artistas de la periferia que abordan la sexualidad femenina, la persistencia de la memoria ancestral o la estética urbana.
La “Subasta de Arte Virtual” es un ejercicio de democratización del arte, que abre otros mercados alternativos a los creados por las grandes casa de subasta como Morton o Sotebhy’s, en donde las piezas de arte alcanzan precios exorbitantes, accesibles solo para unos cuantos consumidores.
En el evento, al que se podrá acceder a través del código 303 001 0120 con la clave 1, se ofertarán piezas cuya puja iniciará en los 500 y 700 pesos respectivamente.
Entre las obras que se subastarán destaca una pieza del artista con ascendencia Tseltal, PH Joel, en la que exploraa la persistencia de la memoria ancestral en la Selva Lacandona. También se encuentran las imágenes de Tekuane Montalvo, que ofrecen una particular mirada de la ritualidad en la Montaña Alta de Guerrero.
En la subasta también participan artistas que se ocupan de los contextos urbanos como Zamer, quien es uno de los principales exponentes contemporáneos de la gráfica política urbana; Arturo Soto, un reconocido artista y activista que utiliza el arte como medio de reinserción y sutura del tejido social o Panocha Chichimeca, quien emplea la performance y el arte objeto para cuestionar cómo la sexualidad femenina ha sido disciplinada y al mismo tiempo convertida en un campo abierto a la apropiación violenta masculina.
Más que hablar de artistas independientes, se trata de creadores y creadoras interesades en representaciones alternativas de temas como la sexualidad, la identidad de los Otros, así como de los símbolos y problemas que atraviesan el territorio propio.
En el mundo del arte, los espacios y discursos alternativos continúan siendo administrados por una élite por lo que hoy más que nunca necesario fomentar nuevas formas de circulación en las que aparezcan las estéticas de artistas y contextos poco visibles en la narrativa dominante del arte en México.