Por: Damián Calderón.
Aquel atardecer que se esconde por la colina,
en el lugar por donde ya nadie camina
porque cada paso es esquivar una mina,
y no hacerlo te puede dejar a la deriva.
Ese frío invierno día a día se convierte en verano,
y los recuerdos cada vez se sienten más lejanos,
si cada tropiezo nos vuelve más humanos,
no todo lo que aprendemos es en vano.
Cuando las lágrimas se vuelven silenciosas,
le crecen más espinas a esa roja rosa.
Una gris lluvia que nos mantiene en una fosa,
en la que soñamos por noches más hermosas.
Bientos Damián!!!… Vaya inspiración campeón!!! Felicidades!!!…no cualquiera se atreve…