“Al principio las cosas aparecen. La escritura es un gesto desafiante al que ya nos acostumbramos: donde no había nada, alguien pone algo y los demás lo vemos”, así inicia Ahora me rindo y eso es todo (Anagrama, 2018), la más reciente obra del mexicano Álvaro Enrigue.
Con una vindicación de la escritura y la construcción de un paisaje fronterizo –entre México y Estados Unidos–, se asoman el presente y el pasado, misioneros, colonos y también los otros, los indios de las tribus ya civilizadas, o aún salvajes.
Ahora me rindo y eso es todo, últimas palabras del apache Jerónimo antes de entregarse al Ejército estadounidense, pone ante nuestros ojos muchas cosas que aparecen y se entrelazan en una continúan invención de realidades y un sucesivo cuestionamiento de las azarosas o manipuladas certezas de la identidad.
Para Enrigue, señala el también escritor Alberto Manguel, la historia es el arte de la asociación, y lo que decidimos contar es menos iluminador que el orden en que presentamos los hechos. Está, afirma, dotado para crear secuencias narrativas que funcionan como contrapesos.
Álvaro Enrigue (Guadalajara, Jalisco, 1969) es narrador, crítico de Literatura y profesor. Impartió la materia de Literatura del Siglo XX en el departamento de Letras en la Universidad Iberoamericana y Composición y Traducción en la Universidad de Maryland, en donde estudió su Doctorado en Letras latinoamericanas. Premio Joaquín Mortiz para Primera Novela 1996 por La muerte de un instalador y Premio Herralde de Novela 2013 por Muerte súbita.
Ahora me rindo y eso es todo se presentará a las 19:00 horas del martes 19 de marzo en Profética, Casa de la Lectura, 3 Sur 701, Colonia Centro, Puebla, Puebla. El autor conversará con José Luis Escalera.