Cruzando, nadando, caminando en el balbuceo de la frontera

Éramos muchos primero, en un grito desaparecieron del lamento solamente polvo y opacidad.

Como farsa la cabeza vuelta atrás
en agonía de parpadeo en parpadeo
salivando vocales
suspendiendo
sacudiendo

                                   entendiendo
 la garganta en el lamento.

Entre el hacer y el decir el cuerpo de la poesía.

Tolvanera del brinco al estupor
                                la mano y su floreo en pequeñitas pausas
llena de ardores y visiones
                                de milagros en aquella habitación alumbrada
camión, cajuela o pasaje al otro lado.

Éramos muchos primero, en un grito desaparecieron
del lamento solamente polvo y opacidad.

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