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Historias

Dolor azul

Me bastó una lágrima desde el principio de tus ojos para saber que tu tormenta me inundaría.

Los síntomas del tiempo predicen el adiós, y tú todavía no te ibas y ya eras despedida. Me bastó una lágrima desde el principio de tus ojos para saber que tu tormenta me inundaría.

Cerré la puerta, pero nunca imaginé que me quedaría en el lado equivocado del adiós. Ahora me pregunto si a los funerales mentales también se llega de negro, porque has inaugurado el color de la ausencia y dueles como una herida en el cielo dolor azul. 

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