Mañana comienza tu Odisea, te adentrarás
en el Mar Jónico,
con su azul profundo
y eterno,
pasarás noches lejos de casa, durante tanto tiempo,
que todo lucirá lejano; encontrarás a los cíclopes,
al enfrentarte a ellos; tómame como amuleto,
yo te guiaré
por sus cavernas;
un día aparecerán las sirenas, te intentarán arrastrar
allá,
donde termina el dolor,
pero no te dejes vencer,
pues yo estaré para atarte
a cubierta,
mantendré un pedazo de ti, incluso,
cuando sus cantos se hagan más bellos;
no dejaré que las harpías toquen tu alimento;
cuando Poseidón
arroje sus bestias sobre ti
y hunda tus naves,
estaré
entre tu cuello y tus muñecas, llévame como amuleto,
quizás te recuerde a casa
o a Penélope;
cuando al fin,
llegues a Ítaca,
sostenme entre tus manos, arrójame al mar,
no me necesitarás más,
pero estaré a tu lado, cuando emprendas
una nueva Odisea,
con dirección
a nuevas Ítacas.
