Siempre aparece, sin consentimiento
escondido detrás de la cerveza,
el recuerdo de la patria lejana;
rostros tristes invaden la habitación
acompañados por cánticos
de un tiempo en que el fruto
invadía los campos de una isla
dejada de Dios.
Cines abandonados; bajo el trópico
nada perdona, nada es igual,
todo cambia;
el sitio donde crecí es ahora habitado
por espíritus extraños;
todo cambia, salvo el recuerdo.