Mirar con asombro el mundo es ser carne de aforismo. Bajo la piel fría de lo ordinario se encuentra el milagro que logra salvarnos de la rutina. En el desierto de los días repetidos germina la semilla de lo irrepetible.
En este libro, la humilde intención de rescatar lo que tantas veces pasa desapercibido; las cosas de siempre contempladas como nunca; lo importante que a menudo se nos pierde en el rápido transcurrir de lo cotidiano. Cuando todo lo que vemos nos marca, todos los días son señalados.
Soy un enfermero valenciano nacido en Hamburgo, en 1977. En 2020 publiqué Días señalados, mi primer libro de aforismos, con la editorial Talón de Aquiles. Este año formaré parte en una antología poética y en un libro de aforismos a cuatro voces junto a Daniel Rivallo, Jon Bengoetxea y Michel F.
Esta es una selección de 15 aforismos de mi primer libro:
Hasta en las aguas estancadas viene a mirarse el sol de la mañana.
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En todo árbol siempre hay una hoja que no tiembla ante la tempestad.
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La soberbia se avergüenza cuando la humildad le mira a los ojos.
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La esperanza es permanecer al abrigo de una hoguera consumida y notar su calor.
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Hipocresía es dar el veneno y desear una pronta mejoría.
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Limitaba la explicación de la vida a la razón y jamás encontró la verdadera razón de la vida.
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Algo sucede cuando seguimos esperando que algo suceda.
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Un aforismo es una verdad que todos sabemos pero que algunos prefieren ignorar.
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Si insistes, lo que no puedes ver te ayuda a mirar.
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La raíz más profunda de un árbol es el canto de sus pájaros.
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Despojarse de todo para encontrar abrigo, vaciarse de lo vano para hallar la plenitud.
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Las flores del suelo también forman parte del árbol.
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La muerte es solo una cesura tras la que continúa un verso.
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El pensamiento único es un oxímoron.
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Amar es saber que cada pequeño gesto también contiene el gran gesto.