Empezó una nueva temporada en LaLiga de España. En el bar de siempre el ambiente no es el mismo, sino que mejora. Ya no solemos ser los habituales parroquianos. Comienzan a venir más personas para disfrutar —como nosotros— de nuestro Real Madrid. En la barra no paran de deslizarse cañas, una tras otra. El amarillo invade nuestro lugar sagrado frente a los banderines de color blanco y violeta. El ambiente no es otro que de júbilo por ver al Madrid ganar.
Alba Otero: Volví de Suiza y no consigo adaptarme ja, ja, ja. Esto está siendo un poco caótico creo que voy a necesitar a un Ancelotti en mi vida para que saque el potencial que dormita en mi interior. El pasado domingo frente al Levante, aunque empataron 3-3, cierto es que el italiano sacó a relucir una plantilla totalmente cambiada. Me explico. Creo que debería empezar por Gareth Bale, quien anotó a los cinco minutos de partido. El galés, quien, desde mi punto de vista, creía que se iba a ir, vuelve a brillar gracias a Ancelotti. Ya te lo dije, Carletto tiene algo que impulsa, resurge cual “ave Fénix”; aunque las cenizas se hayan disipado, él las reúne y hace que nazca algo más fuerte. No puedo olvidarme de los dos goles de Vinicius, este chico a mí me encanta. De hecho, entre mis amistades siempre digo la frase: “No soy tu Vinicius”, refiriéndome a que no puedo salvarte siempre el cuello cuando falta poco tiempo para mejorar esa situación.
Miguel Caballero: ¡Albita, regresaste… y justo a tiempo! A ver, el juego en Levante (Valencia, pues) era para un tres a cero de manual en el primer tiempo, pero Isco se encargó de lo contrario (con todo y que me pareció verle nuevamente enchufado); y luego se vino toda una locura de volteretas, errores y, por si el guion no estuviera del todo impredecible, sale Vinicius (en su barco, siempremente) y anota un doblete de élite absoluta y el cual hizo preguntarme para qué diablos queremos al niño francés este… el del pesegé… ¡Mbappé!
Alba Otero: Mbappé, el culebrón del verano. Un misterio al nivel de Sir Arthur Conan Doyle o Agatha Christie, creo que ninguno de estos dos grandes escritores podrían deslumbrar una situación tan enredada y ellos son los grandes exponentes de crear la situación más enrevesada. Recordemos Asesinato en el Orient Expres o Diez negritos de Agatha Christie; o destacaría A Study in Scarlet de Sir Arthur Conan Doyle, donde aparece por primera vez del famoso dectective Sherlock Holmes y el Dr. Watson.
A lo mejor llegados a este punto se podrá pensar que la comparativa es un poco grandilocuente, pero no hay que irse a la parte de los asesinatos sino al entramado de toda esta operación del que, hasta el 31 de agosto, no vamos a conocer absolutamente nada. Espero que fuera ese día, seguiría el legado del gran Ronaldo Nazario. Así comienzan las grandes epopeyas. Aquí se empieza a hablar de trueques, el Madrid podría vender a Vinicius a la Juventus (me molestaría muchísimo), Hazard tiene un paso más cerca al Chelsea (después del partido del domingo, lo veo más cerca de Stamford Bridge)… Todo puede pasar, Miguel.
Miguel Caballero: Mbappé, Mby, Donatello… el sueño que llevamos soñando desde hace años; un sueño que, estamos de acuerdo, tarde o temprano tendrá que ocurrir. Me parece inminente que llegue este verano… O no sé, tal vez estoy hablando desde el deseo y no desde el raciocinio. Me da absolutamente lo mismo.
Sirva esto de pretexto para contarte lo siguiente: este fin de semana me hice de Lavinia (2008) de la estadunidense Ursula K. Le Guin (precioso libro, precioso) y una frase se me quedó clavada como el dardo que lastimó a uno de los innumerables guerreros de la historia, quien se quejaba, más que de dolor por la herida, por haber sido alcanzado: «Me pregunté por qué un hombre dispuesto a ir a la batalla esperaba no salir herido. ¿Qué clase de batalla creía que iba a encontrar?», se pregunta Lavinia.
¿Creíamos que la batalla de fichar a Mbappé no iba a costarnos heridas? Qué ingenuos.
Alba Otero: Si sales a luchar, alguna herida tendrás. Veremos cómo termina esta novela. Espero que con lágrimas de felicidad y no de tristeza. Aunque estoy viendo las cifras que se barajan y llega a la friolera de 183 millones de euros, un balazo a mi corazón. Demasiado. Pero este sería otro tema…
Por último, quería destacar esta cuenta de Twitter, RealSeasonNT (@ RealSeasonNT1), conocida en el underground del madridismo, y quien, según una entrevista que le realizaron en el sitio madridista La Galerna (2017), no se considera un insider. Desde su incorrección política y opiniones contundentes, en poco tiempo ha conseguido acumular casi 30mil seguidores y seguidoras en Twitter en poco tiempo. Se barajan muchas posibilidades de quién puede ser este anónimo tuitero… ¡Se habla de que podría ser el propio “Tito Floren”! Bromas aparte, ¿por qué tantas intrigas este verano?
Miguel Caballero: ¡Ah, qué grandioso tema has tocado, Albita! ¡Sison! ¡Arriba el Sisonismo! ¡Sison somos todos! ¿Se nota que le adoro?
A ver, como bien mencionas, sobre Sison se han dicho muchísimas cosas: que sí es Enrique Pérez, el hermano de Florentino (Tito, como suele llamarle cariñosamente); que si es un insider (odio esta palabrita, agh) del club; que si es un simple tuitero que roba información de otras cuentas y su único mérito es darle una parafraseada antes de tuitearla… ¿Te imaginas que sí fuera Florentino? ¡Pfff! Qué jodida locura. Se acabaría el mundo (como dice en esa gran entrevista de La Galerna).
La verdad es que me da igual quién sea, lo amo ciegamente… la Summeriana (término acuñado por él mismo desde hace añísimos en Twitter Madrid, y el cual usa para referirse al periodo de fichajes veraniego) de este año ha sido una locura gracias, precisamente, a cómo ha manejado el “culebrón Mbappé”, con cátedras de arte (el otro día se puso a hablar sobre la obra de Jackson Pollock), así como golf, signos élficos, aunado a sus acostumbradas burradas de apodos y demás.
Sea quien sea el que está (o están) detrás de esa cuenta, lo que le estaré eternamente agradecido a Sison es haberme enseñado a disfrutar de mi Madrid (nuestro Madrid) por encima de todo (jugadores, fichajes; lo que sea). No es que me da igual que Mbappé (o Haaland, o Camavinga, o Kimmich, o Neuhaus, o quien sea) vistan en un futuro la camiseta del Madrid, pero sí un poco. Yo no pienso tomar a Sison como una referencia periodística, sería muy tonto (por decir lo menos) de mi parte; pero sí como un ente que pulula por ahí para recordarme que ser del Madrid es sonreír y disfrutar siempre.
Cito un poema de la Nobel de Literatura 2020, la estadunidense Louise Glück, mencionado en un texto de Leila Guerriero (incluido en su libro Teoría de la Gravedad) para cerrar (por hoy) mi opinión sobre lo que genera Sison con su humo blanco y negro: «En una época, / sólo la certeza me daba / alegría. Imagínense… / la certeza, una cosa muerta».
Una cañita más y nos vamos, Albita…
Madridismo, cervezas y libros (I)
Madridismo, cervezas y libros (II)