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Inexistente

Fuiste sol, fuiste luna
fuiste a la vez todas y ninguna.

Lo mismo mi Diosa y mi templo,
que inmenso dolor y escarmiento en ejemplo.

Fui tu opción de no ser prioridad,
la paz en tu tiempo de tempestad,
el dolor que te hizo feliz,
intensidad con un triste matiz.

Fuimos dos que se encantaron al verse,
dos almas que quizá no debían conocerse.

Fuimos triste alegría,
el verso en la prosa,
lo crucial en lo intrascendente,
somos lo que no fue,
la más bella oda a lo inexistente.

Fuimos fuego en que ardió la pasión,
somos hielo que le duele a Dios,
nos espera el deseo que quema al indiferente,
el dolor que ríe mientras escribe esta historia
de amor indecente.

Fuimos pasado lleno de esperanza,
somos presente que duele en añoranza.

El futuro es sentencia de vida en muerte,
para dos que no pueden quererse,
pero por Dios está escrito que se amarán por siempre…

Somos la más bella oda escrita a lo inexistente.

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