“La casa refleja, como un espejo de quien lo habita”
Sandra Rein.
Ahora pasamos la gran parte de nuestro tiempo en casa. Mucho más del que jamás hubiéramos pensado. Horas, días y semanas en las que prestamos atención al funcionamiento y desarrollo de una jornada. Nos despertamos y nos acostamos. Desayunamos, comemos y cenamos. Llueve y está soleado.
Estas simples observaciones han afectado a nuestra relación con este espacio del que salir y entrar se ha vuelto algo excepcional. ¿Qué dicen las casas sobre los que las habitamos? ¿Qué ocultamos a la mirada del otro? El poeta francés Gaston Bachelard, en La poética del espacio, proponía la casa como un “instrumento para afrontar el cosmos”, como protectora del mundo. Para él, la casa nos ayuda a expresar, considerando su relación con el afuera, su comunicación posible con el exterior y sus imágenes, que se orientan en dos sentidos: están en nosotros tanto como nosotros en ella.
Con estas ideas en la cabeza contacté con Sandra Rein, licenciada en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid, que trabajó anteriormente con la galería EGAM y cuyas obras forman parte de las colecciones del Hotel Arts y Caja Madrid. Recientemente, ha expuesto en el espacio expositivo 2b-space to be. Esta artista realizó una petición en Instagram para que los usuarios le enviaran dibujos de los espacios donde transcurre su vida privada, un proyecto titulado Mapa de interiores de la cuarentena.
“Siempre me han interesado los espacios íntimos”, confiesa Rein. Por ello, el primer día de confinamiento decidió que “era un gran momento para configurar un mapa con los interiores de las casas de las personas”. En esta iniciativa, que fue explicada a través de un encuentro virtual con el Instituto Cervantes de Bruselas, encontramos diferentes acuarelas, óleos y dibujos con lápiz o rotulador fino que muestran los gustos del autor y sus rincones favoritos: “No hay un fuera sin un dentro. Conocemos los espacios públicos pero deberíamos completar ese conocimiento con el privado. Esta situación nos ha llevado hacia nuestro interior”, sostiene la artista.
La “nueva normalidad” es un término complejo y extraño que, sin embargo, nos está haciendo aprender a parar. Estos dibujos, convertidos en recuerdos y en esencias, por poder capturar el momento, han pasado a pertenecer al espacio colectivo. Pero, ¿de qué manera nos acerca transportarnos, a través del arte, a los hogares de los demás? Según Sandra, “descubrir el interior de los espacios permite acercarnos a las personas, algo fascinante y emocionante que permite crear relaciones posibles entre diferentes”.
Este archivo, recuerda, refleja “la importancia de crear un conjunto donde se plasmen muchas de las cosas importantes que nos hacen felices”. Porque lo que sin duda ha quedado claro de este forzoso y necesario encierro es que ha servido para aumentar nuestra creatividad, convirtiendo el pintar en un acto de libertad: “Cualquier problema por resolver nos hace afinar los sentidos”. Algunos incluso han recreado sus espacios soñados, proyectando de alguna manera un futuro en suspensión y “dando valor a lo que realmente nos hace más afortunados”, como ha observado la artista en los cientos de dibujos que ha recibido.
Mapa de interiores de la cuarentena representa un conjunto de pensamientos, recuerdos y sueños plasmados en diferentes espacios y objetos acostumbrados a la cotidianidad, quizás, por estar escondidos en unas tensas rutinas que estaban a punto de quebrar . Un proyecto que nos hace pensar en el arte colectivo como futuro y en el hogar como un refugio emocional.