Y lo besó como las primeras veces
no se besa.
En sus ojos la sorpresa.
Él la abrazó, en sus labios
su ser temblaba.
Sus cabellos como granos de trigo
se deslizaban al ritmo de un latido
-¿Quieres mi abrigo?
-¿Qué te pasa?
No sabe lo que le pasa.
En sus brazos su casa
ya no sabe dónde queda.
Su familia la espera.
Se va
saluda su alma.