Siempre he pensado que tienes una gran similitud con el agua.
Tienes la misma fuerza que una corriente marina, proteges celosamente tus costas y las resguardas de los huracanes.
A veces, la marea provoca que te estrelles contra las rocas… pierdes de vista la bahía, pero el viento siempre juega a tu favor y te regresa tranquilamente a brillar sobre la arena, justo debajo del sol
Eres la calma que busco en ese cristalino azul turquesa, que al escuchar chocar tus olas, combinada con la sal, recuerdo por qué siempre regreso a ti.