Concebida exprofeso por la acuciosa mente de Le Corbusier a invitación del gobierno de Jawaharlal Nehru tras la independencia de la India, Chandigarh se creó con dos propósitos: fungir de nueva capital para el cercenado Punjab a la pérdida de Lahore como resultado de la partición del país y demostrar que la arquitectura racionalista era merecedora de un lugar propio en el entonces llamado Tercer Mundo.
