Debería pronunciar tu nombre, pero ya no estás
M.
Qué dirán de nosotros
cuando la lluvia que dices odiar
nos despeje las dudas
y el calendario enseñe que diciembre
no tarda en llegar
anoche
la anatomía de un cuerpo distraído
sus hombros caídos, ajenos
debido al infierno de otro día
se abatían en una esquina
de Hospitalet de Llobregat
…
reflexiono
¿dónde terminan tus ojos
sino lejos de mi hogar?
y así, al observar tu recuerdo que no está
me hundo en palabras
como quien pierde las fuerzas
en medio de una luz artificial
enumero lo que no te dije
…
escucha
esta no es mi voz
es la débil forma de un pájaro
soy quien habla de cartas quemadas
frente al mar
…
…
será lo que dijiste
los domingos solo ayudan a morir
y en lugar de dar un paseo
o encender un Lucky Strike
se nos ha pasado la vida de costado
golpeándonos a ciertas horas
…
…
pero no se trata solamente de palabras
que te hablan
…
…
¿quién desearía amar a un hombre como yo?
¡soy un ser que llora las convicciones
de los suicidas!
y en todas partes
un concierto de voces
repite tu nombre
y tú apareces perdida en los parques
atravesando una lluvia fantasmal
…
Último día de noviembre
Barcelona empieza a iluminarse
las próximas noticias serán la navidad
pero tú y yo
nunca llegamos
a una tercera cita
frente a la mar
nunca leímos a Javier Egea,
ni a un tal Vallejo
tampoco vimos la tristeza de aquella luna
en pocas palabras
nunca fuimos nada
y la vida
ahora, toda miércoles
se apresura
y nos obliga a andar
…
otros serán los que caminarán por Vía Laiteana
¿otros?
sí, algunos más
…
no te han dicho
que vuelve roto el amor
después de dar vueltas
por el Hospitalet de Llobregat.