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Karla Coronado, una perspectiva revolucionaria 

Al más puro estilo de Sean Baker, dirige, actúa, escribe y produce esta historia sobre las implicaciones de la cancelación, pero también sobre cómo hacerle frente a los discursos de odio. 

Hablar sobre la revolución en nuestra época suena indudablemente anacrónico. Pero si pensamos como Žižek, quizá ahora más que nunca se vuelve necesario regresar y plantearnos la transformación profunda de las cosas. Dicho sea de paso, este cambio puede abarcar un sinfín de productos culturales, tales como las series y la gramática social que las rodea. De ahí la importancia de Una disculpa de Karla Coronado, que, al más puro estilo de Sean Baker, dirige, actúa, escribe y produce esta historia sobre las implicaciones de la cancelación, pero también sobre cómo hacerle frente a los discursos de odio. 

Eso sí, cuando converso con ella reconoce que, después de un momento, se convirtió más en un ejercicio colectivo. Y he ahí que, en el núcleo de esta producción, existe una necesidad por democratizar al ejercicio artístico, algo que se ve muy poco en nuestros días.

Ahora bien, una de las cosas que más me interesó fue la forma tan innovadora en que navega la serie. No solo porque está filmada en un formato vertical que se transmite por Instagram, sino también por la manera en que aborda la delgada línea entre la comedia y un chiste que, más que malo, puede resultar hiriente. Casi que ataca la estructura simbólica, muy en términos de Lacan, con la que percibimos las relaciones entre el standup y un público determinado. 

Por eso, cuando Karla me cuenta que se regresó a ver a The Marvelous Mrs. Maisel porque había una necesidad “de que el personaje fuera una standupera”, entiendo esta decisión política y creativa como una forma fresca de abordar una historia. No hay duda que por esto y más, Una disculpa bien se puede suscribir a los ensayos cinematográficos que, como Lenny de Bob Fosse, exploran el mundo del stand up.

De ahí que, cuando seguimos charlando, la intérprete de 50 o dos ballenas se encuentran en la playa me comenta que esa búsqueda de libertad creativa que localiza tanto en Atlanta o Barry también fue una forma de aproximarse al trabajo que implicaba empujar una serie tan profundamente revolucionaria. 

Por último, cuando le pregunto a Karla qué es lo que le llama la atención de los proyectos que escoge, porque he visto su compromiso con temas coyunturales como en el caso del film Un actor malo, dice que “como artista, me hace mucho sentido cuestionarme quién soy en el mundo que hábito. Y eso tiene mucho que ver con los temas que tienen algún impacto social actual”.

Lo anterior, sin duda, hace de la codificación de Una disculpa un vehículo altamente singular, donde la comedia y la crítica social coexisten simultáneamente sin dogmatismos ni sensacionalismos. Más bien es un retrato de nuestros tiempos que va del humor al drama con una maestría impecable.