Parece una mentira. Vivirás entre muros por varios días y el mundo bajará la velocidad por un momento. Nada es como lo pensaste. Tú mismo eres distinto de lo que pensaste. Ahora es el momento, álter ego. Procede.
Procede a ser y hacer cada cosa que querías ser, que buscabas hacer. Termina lo inconcluso e inicia aquello por lo que tanto renegaste. Date una vuelta de tuerca. No, tal vez dos, tres o más. Evita que te alcance la soledad. Si te llega, no la dejes hacerse asidua. Hazla tu conocida, mas no una buena amiga.
Crea un espacio para acercarte a los tuyos, de curar, de construir lo que el mundo voraz hace tambalear cuando la vida es terriblemente normal. En tiempos de máscaras y demonios, háblale a tu gente, háblate tú mismo. Elige encontrarte para no volver a estar lejos de lo importante.