Palpo una idea que se esfuma,
Un sentimiento que se evapora,
Una lágrima que se extingue.
Tiento un hálito lívido,
Una palabra que se escapa,
Un gesto que apenas se distingue.
Palpo y tiento,
Tiento y palpo.
Palpo fantasmas de emociones
que se agazapan en las cortinas
O que se escaramuzan sobre los muebles.
Los palpo y tiento
Nunca los aprisiono
y muchos menos los poseo.
Los palpo y tiento como quien peina un gato:
Con delicadeza para que no se aleje
Y con ahínco para que no rasguñe.
Tiento espectros inconfundibles
Que se alojan en la alacena,
Bajo la cama,
En las coyunturas gastadas de las ventanas.
Los tiento y palpo si ellos vienen a mí,
Nunca los busco.
Los tiento y palpo como el necrófilo
que acaricia un cadáver:
Con apetencia para disfrutar del pecado
Y con apatía para volver a probarlo.
Palpo carnes imaginarias.
Tiento límites existenciales.
Palpo un tiento de ahogado sobre mi almohada
Que demanda auxilio
Pero es tarde los sueños ya lo devoran.